Su historia de ascenso era una de las más admiradas en Brasil. Pero el último miércoles, André Esteves, presidente y principal accionista de BTG Pactual, el mayor banco de inversiones de Latinoamérica, fue detenido por la policía.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
También cayó el senador oficialista Delcidio Amaral, investigado por haber querido comprar el silencio y financiar la fuga –con la participación de Esteves– del ex director de Petrobras Néstor Cerveró, vinculado con el gran escándalo de corrupción de la llamada operación Lava Jato.
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Las consecuencias en el mercado fueron inmediatas: las acciones de BTG Pactual en la bolsa de Sao Paulo cayeron ese miércoles hasta 38%. Desde entonces, el banco trata de transmitir tranquilidad anunciando que cooperará con las investigaciones y que mantiene una sólida posición financiera.
LAS GRANDES LIGASEsteves, de 46 años, había ingresado a trabajar al Banco Pactual como practicante cuando tenía 20 años. Era un joven ambicioso que encontró allí el ambiente ideal para ganar dinero, pues los más hábiles en el negocio podían recibir apetitosos bonos y ganar prestigio rápidamente. No se equivocó: cuatro años después, ya era socio de la empresa.
Cuando el banco suizo UBS compró Pactual, Esteves se convirtió en el CEO de la nueva empresa fusionada. Luego, dejó el cargo y junto a otros socios fundó BTG, que al poco tiempo volvió a comprar Pactual por US$2.500 millones. Así, el patrimonio de la compañía se duplicó del 2010 al 2014, llegó a tener operaciones en 20 países y gestionar US$80 mil millones. Además, en setiembre de este año dio un gran paso para su expansión con la compra del banco suizo BSI por US$1.290 millones. Nada mal para un ejecutivo que prefería no tener un auto de lujo ni vestir trajes caros.
Esteves, quien habría estado dispuesto a obtener informaciones por medios ilícitos para evitar que los delatores lo vinculasen con el escándalo, ha sido muy cercano a políticos como financista de sus campañas. Además, ha tenido importantes negocios durante los gobiernos de Lula da Silva y de Dilma Rousseff. Por ejemplo, en el 2013 compró el 50% de las operaciones de Petrobras Oil & Gas en África.
El arresto de André Esteves ha terminado siendo un capítulo gravitante para mostrar hasta qué punto ha llegado la corrupción, tanto en el ambiente político como corporativo, en un país que no encuentra el camino para emprender reformas que salven su economía.