Ha sido una semana agitada para la selección peruana, y no precisamente por los entrenamientos. Desde el martes, de lo único que se habla es sobre el fallo de la TAS que ha dejado sin su pase al Mundial Rusia 2018 a Paolo Guerrero, capitán de la selección.
Especulaciones sobre quiénes estarían detrás de la sanción de Guerrero, reacciones por parte de la hinchada, amenazas al hotel que aloja a la selección, y más sucesos han generado ruido en la organización y concentración de la selección peruana, afirma Juan Lizárraga, director de ManpowerGroup.
“El factor emocional está muy a flor de piel; desvirtúa el tema y desenfoca a la organización. En estos momentos de crisis deben estar enfocados en la solución de problemas y no desenfocarse en saber quién tiene la culpa”, explica.
A menos de 27 días para el Mundial, ¿Ricardo Gareca, entrenador del equipo, podrá gestionar la selección peruana en este momento de crisis? Según Lizárraga, Gareca cuenta con suficiente tiempo para aplicar las estrategias de gestión de crisis, “pues se trata de un equipo que viene con un trabajo anterior”.
“Gareca viene haciendo un trabajo previo con la selección y eso va a aguantar todo este choque emocional negativo por el caso de Guerrero”, acota.
El efecto de la salida de Guerrero de la selección, además, se vería atenuado porque “hablamos de un equipo bien cohesionado, que entiende los roles individuales de cada uno y cómo ese rol se extiende al resto del equipo”.
¿UN EQUIPO SIN LÍDER?
De acuerdo a Lizárraga, antes, el rol del líder en las organizaciones era absoluto, un ser incuestionable al que todos seguían. Ahora -y es el caso de la selección-, el rol del líder es más funcional, ubicándose la fuerza de la organización en el equipo y la cohesión de los miembros.
“Lo que habría pasado con Guerrero [con el anterior rol del líder] habría sido desastroso, porque se llevaba a todo el equipo hacia el barranco”, advierte.
En el caso de Guerrero, la figura del entrenador tiene un peso de liderazgo importante en el equipo que ha logrado atenuar también el efecto de la sanción.
Por esa razón -además de haber sido sancionado por 'motivos injustos' frente a la hinchada-, el experto considera que no debería buscarse un reemplazo de Guerrero, líder del equipo, sino seguir manteniendo su presencia con ellos.
“Hoy en día lo más aconsejable, viéndolo desde la perspectiva de equipo, es que no sea reemplazado, sino que por el contrario, que mantengan su presencia, pese a no estar en la cancha con la selección”, concluye.