(Bloomberg) Tras pasar tres años trabajando en una startup, Julie Tracy quiso irse de la empresa para poder viajar. Su empleador, el minorista online de lencería Adore Me, hizo una animada fiesta de despedida en su honor en un bar frente a la empresa. Todo bastante común, hasta que sucedió lo siguiente: “Un cheque enorme de espuma empieza a llegar hacia mí atravesando la multitud”, recuerda.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Después vino un cheque de verdad, de US$10.000. Era del máximo responsable ejecutivo de la empresa Adore Me. “Estallé en llanto”, dice Tracy. “Probablemente hay mil fotos mías sollozando. Quedé completamente estupefacta. Fue genial”.
Adore Me ofrece un beneficio muy inusual para los empleados que se van: un cheque gordo. Este mes, la empresa con sede en Nueva York le dio otro cheque de US$10.000 a un veterano que renunció para mudarse a otra parte de Estados Unidos. El beneficio viene sin condiciones, pero tampoco está garantizado. Las métricas para quienes lo reciben y la suma parecen ser bastante imprecisas: “Lo haríamos por cualquiera que haya trabajado duro en Adore Me”, dijo el máximo responsable ejecutivo, Morgan Hermand-Waiche.
Como muchos beneficios populares de hoy en día, el generoso regalo de despedida es un intento de insinuar una cultura corporativa positiva, tanto para los empleados que se quedan como para los que están por venir. El tipo de organización que les da una pila de dinero a los empleados fieles y trabajadores es, en teoría, un lugar deseable para trabajar.
“Es genial para los que están en la empresa. Los vuelve más dispuestos a quedarse”, dice Hermand-Waiche. Con todo, un motivo para irse sería recibir US$10.000. Adore Me evita eso ofreciendo el beneficio de forma selectiva, lo que produce el efecto contrario, sostiene Hermand-Waiche: ¿por qué un empleado querría irse de un lugar que trata bien a sus trabajadores?
ProblemasCon todo, hay un montón de problemas posibles con este tipo de beneficios: “¿Por qué pagarle por irse a alguien a quien se quiere retener?”, pregunta Bruce Elliott, el gerente de compensaciones y beneficios de la Society of Human Resource Management. El dinero podría motivar a un empleado de alto rendimiento a irse, posiblemente a un competidor. “Las startups innovaron mucho en materia de beneficios y en cierta forma se concentraron en su cultura, para convertirse en un lugar de trabajo atractivo al que los empleados quisieran venir”, concede Elliott. “Pero como profesional de las compensaciones puedo encontrar toda clase de motivos por los cuales una empresa no querría hacer eso”.
Muchas encuestas dicen que el reclutamiento y la retención son los principales problemas para los empleadores. En el caso particular de las startups, los beneficios pueden ser una forma de compensar salarios bajos y muchas horas de trabajo. Adore Me no quiso revelar cuánto les paga a sus empleados, pero promocionó sus otros beneficios, como los desayunos de los lunes, yoga en la oficina y viajes gratis en taxi de vuelta a casa para los empleados que se quedan hasta tarde. El pago de despedida de Adore Me no es muy diferente de las políticas generosas de licencia por paternidad o los planes médicos lujosos, dice Hermand-Waiche.
“Es simplemente una forma de decir ‘gracias’”, dijo él. “Tal vez algún día ellos vuelvan, quizás les cuenten a sus amigos y eso nos dará excelentes referencias”.
No obstante, el pago único podría ser una manera extrema de llegar a eso. “Nunca vi algo semejante”, dijo Elliott. A diferencia de un reloj de oro por una vida de servicio, este beneficio no está reservado para los empleados que se jubilan. Julie Tracy tiene tan sólo veintitrés años. Algunas empresas, como Zappos y Amazon, han ofrecido acuerdos de “pagos por renunciar”, pero apuntan a empleados infelices, cuya renuncia las empresas quieren comprar porque tienden a trabajar mal.
La oferta de Adore Me se basa en la lógica contraria. En vez de utilizar dinero para arrancar a los que trabajan mal, el beneficio usa la misma psicología de una tragamonedas. Ofrece la promesa de un posible pago para motivar ciertas conductas: cuanto más duro trabaje, más probable es que me paguen cuando llegue la hora.
Una manera más común de que las startups recompensen el trabajo duro de empleados fieles y veteranos son las acciones, pero Hermand-Waiche desdeña esa opción, que no siempre rinde. “No nos gusta que los miembros de nuestro equipo tengan que esperar al día en que vendamos y hagamos una OPI para obtener la recompensa por su trabajo”, dice. Sin embargo, el método de Adore Me implica que sólo empleados selectos reciben la recompensa. Con todo, Adore Me también otorga bonificaciones anuales y ascensos constantes para los empleados de alto rendimiento.
Por supuesto, los más agradecidos son los que reciben el pago por irse. Tracy dice que “no es exagerado decir que amo a Adore Me”. El cheque de US$10.000 aumentó su presupuesto en más del doble, lo que la ayudó a comprar equipos y visas para su pasaporte. Ella planea pasar por lo menos ocho meses visitando todos los países de América Central y Sudamérica.
El beneficio de Adore Me también tiene algo de largo plazo. Incluso después de irse, lo que siente un empleado por una compañía importa: como nunca antes, los trabajadores a veces giran en círculo y regresan a sus viejos empleos. Los llamados “empleados bumerán” son más fáciles de capacitar e integrar a la cultura de una empresa.
Además, recontratar puede aumentar la moral. Hermand-Waiche le extendió una invitación abierta a Tracy a volver tras su estadía. Por su parte, Tracy dice que seguirá realizando tareas de consultoría para Adore Me y hoy por hoy, está abierta a volver a trabajar de tiempo completo.
Pero incluso con la actual carrera armamentística de beneficios, Elliott no espera que este enfoque único de Adore Me se popularice. “¿Es broma?”, dice riendo. “Las organizaciones no regalan dinero así para ser buenas. Tiene que haber algo más. Tiene que haber alguna especie de objetivo. ¿Cómo beneficiará a la compañía?”.
Hay maneras mucho más baratas y efectivas de retener gente y mantenerla contenta, dice él. La discusión queda abierta.