El oro se acercaba al umbral de US$1.900 el jueves, impulsado por la caída del dólar y una mayor confianza de los inversores en que habrá más medidas de estímulo fiscal en Estados Unidos para ayudar a la economía en medio de la pandemia.
El oro al contado ganaba un 0,6% a US$1.896,78 a las 10:02 GMT, luego de cerrar septiembre con una caída de un 4,3%, en su mayor desplome mensual desde noviembre de 2016. Los futuros del oro en Estados Unidos subían un 0,3% a US$1.901,70 la onza.
El miércoles, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo que las conversaciones con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, “lograron mucho progreso” sobre una esperada ley de alivio por el COVID-19.
La analista Rhona O’Connell de StoneX dijo que la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos seguía siendo un factor de apoyo a largo plazo, pero que las negociaciones entre Pelosi y Mnuchin sobre medidas de estímulo probablemente influirían más en la cotización en el corto plazo.
Independientemente del resultado de las elecciones, “es probable que todavía haya disputas sobre el estímulo fiscal para tratar de mantener la estabilidad financiera (...) Creo que habrá un estímulo de tamaño decente de todos modos, pero los matices políticos se mantendrán”, dijo.
El oro a menudo es considerado como una cobertura contra la inflación y la depreciación de la moneda.
Las esperanzas de que se apruebe un esperado paquete de estímulo fiscal en Estados Unidos y los sólidos datos del mercado laboral y el sector manufacturero fortalecieron el apetito por los activos de riesgo y empujaron al dólar a un mínimo de una semana.
Un dólar más débil hace que el lingote sea más barato para los inversores que tienen otras monedas.
Entre otros metales preciosos, la plata subía un 2,2% a US$23,71 la onza, el platino ganaba un 1,2% a US$898,66, luego de tocar un máximo de más de una semana a US$908,50, y el paladio caía un 0,2% a US$2.300,90.