Pepsi, Ikea, FedEx y otras 340 empresas multinacionales han firmado acuerdos secretos con Luxemburgo que les permiten reducir drásticamente sus pagos de impuestos globales pese a que su presencia en el Gran Ducado es solo documentaria, reveló una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), reseñada por el diario español El Confidencial.
El medio explica que estás empresas han desviado cientos de miles de millones de euros de utilidades hacia el pequeño país centroeuropeo, una operación que les ha ahorrado miles de millones en impuestos, según la revisión de 28.000 páginas de documentos confidenciales realizada por ICIJ.
“En estos acuerdos aparecen empresas de todo tipo de sectores: capital riesgo, inmobiliaria, banca, industria, farmacia, etc. Entre los nombres más conocidos figuran Accenture, Abbott Laboratories, AIG, Amazon, Blackstone, Deutsche Bank, The Coach, H.J. Heinz, JP Morgan Chase, Burberry, Procter & Gamble, Carlyle o la Abu Dhabi Investment Authority”, detalla.
El Confidencial explica que las grandes multinacionales consiguen muy fuertes ahorros creando complejas estructuras legales y contables para mover sus beneficios desde los países donde tienen su sede o donde desarrollan su actividad a Luxemburgo, un país conocido por su bajísima imposición tributaria.
“De hecho, en algunos casos, han conseguido tipos efectivos inferiores al 1%, según muestran los documentos a los que ha tenido acceso la investigación”, señala.
Esta documentación consiste en varios cientos de acuerdos fiscales privados y secretos, conocidos como tax rulings o comfort letters, que Luxemburgo ofrece a las empresas que buscan un tratamiento fiscal favorable.
La Comisión Europea ha abierto sendas investigaciones sobre si los acuerdos alcanzados violan su normativa, especialmente los de Amazon y Fiat. El Gobierno luxemburgués se ha negado a entregar los documentos donde se recogen estos tax rulings.
“ICIJ y los medios asociados a este consorcio, El Confidencial entre ellos, han tenido acceso a 548 de estos tax rulings firmados entre 2002 y 2010. Estos acuerdos se han puesto en contexto utilizando balances empresariales, solicitudes regulatorias y resoluciones judiciales. Durante seis meses han trabajado en esta investigación medios como The Guardian (Reino Unido), Süddeutsche Zeitung y NDR (Alemania), la Canadian Broadcasting Corporation (Canadá), Le Monde (Francia), Asahi Shimbun (Japón), Politiken (Dinamarca) o Folha de S. Paulo (Brasil)”, lista.
COMPLEJAS ESTRATEGIAS
Asimismo, el diario revela que los 'milagrosos' documentos han sido negociados por PricewaterhouseCoopers, una de las 'big four' (las mayores firmas de auditoría y consultoría del mundo), en Luxemburgo en representación de cientos de clientes corporativos.
“Para que las empresas consiguieran las ventajas fiscales deseadas, PwC les diseñaba complejas estrategias financieras que comprendían préstamos de las matrices luxemburguesas a las filiales de otros países y otras estructuras para transferir beneficios de una parte de la empresa a otra con el fin de reducir o suprimir totalmente los ingresos sujetos al pago de impuestos”, dice.
Un portavoz de PwC afirma que la investigación del ICIJ está basada en información “obsoleta” y “robada”, “y su sustracción está en manos de las autoridades competentes”. Añade que su asesoramiento fiscal se ofrece “de acuerdo con las leyes y tratados aplicables a nivel local, europeo e internacional, y está sometido a un código de conducta fiscal de PwC Global”.
En detalle, los documentos muestran que la estadounidense FedEx consiguió una estructura que sólo gravaba el 0,25% de sus ingresos y dejaba libre de impuestos el 99,75% restante. “
“De ninguna manera son acuerdos de amigos”, ha declarado a ICIJ Nicolas Mackel, consejero delegado de Luxembourg for Finance, una agencia cuasi-gubernamental. “El sistema fiscal luxemburgués es competitivo; no hay nada injusto o inmoral en él”, según Mackel. “Si las empresas logran reducir sus facturas fiscales a un tipo muy bajo, no es un problema de un solo sistema fiscal, sino de la interacción de muchos sistemas fiscales”.
La publicación de estos documentos se produce en un momento muy delicado para el pequeño país, que tiene una población de sólo 550.000 habitantes pero la renta per cápita más alta del planeta. En medio de la investigación comunitaria sobre estos acuerdos, su exprimer ministro, Jean-Claude Juncker, acaba de estrenarse en la presidencia de la Comisión Europea.
Juncker era el líder del Gobierno de Luxemburgo cuando se aprobaron muchas de las ventajas fiscales del país, pero, desde su nuevo cargo, ha prometido mano dura con estas artimañas. Ahora bien, afirma también que el régimen de su país “es totalmente acorde a la normativa europea”.
“Sólo un 30% de los documentos obtenidos por ICIJ ofrecen una cifra concreta del dinero que las empresas pretenden transferir a Luxemburgo. Pero sólo ese porcentaje suma 215.000 millones entre 2002 y 2010. Si lo extrapolamos, el 100% ascendería a más de 700.000 millones… sólo en los acuerdos diseñados por PwC. Si suponemos, como es lógico, que las otras tres de las 'big four' también prestan este servicio, la cifra sería de varios billones”, calcula el medio español.