El día de hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE), creada por la OCDE tras la crisis del petróleo de 1973, resaltó que ve “signos” de que el hundimiento del mercado del crudo está cerca de tocar a su fin. ¿Por qué?Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Básicamente sería por dos factores: la contención de la producción de petróleo —el regreso al mercado de países como Irán es más lento de lo que se presumía y países como Nigeria o Emiratos Árabes Unidos están empezando a bombear menos— y el fin de la ralentización de la demanda.
Goldman Sachs, por su parte, sitúa ese suelo cerca de los US$40. Es el doble que en su proyección más alarmista.
No obstante, la AIE muestra su prudencia y puntualiza que no se puede descartar que el descalabro del barril continúe ante las incertidumbres que pesan sobre la economía global.
“Puede haber luz al final de lo que ha sido un largo y oscuro túnel, pero no podemos estar seguros de forma precisa sobre en qué momento de 2017 el mercado petrolero alcanzará el tan deseado equilibrio”, explica.
STATU QUO EN MERCADO DE PETRÓLEO
El regreso progresivo de Irán, miembro de la OPEP, no cambiará en el fondo la situación del mercado petrolero, al menos en el primer semestre. El excedente de oferta alcanzará 1,9 millones de barriles diarios en el primer trimestre y 1,5 mbd en el segundo, pronostica la AIE.
Habrá que esperar a la segunda mitad del año para que el desfase entre la oferta y la demanda se reduzca fuertemente, a 0,2 mbd.
Este reequilibrio se deberá, según la agencia, a la esperada baja de la producción en los países no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. La caída será pronunciada en Estados Unidos, del orden de los 530.000 bd.
En febrero, la producción mundial bajó en 180.000 barriles diarios para llegar a 96,5 millones de barriles diarios, con un descenso de producción compartido entre los países de la OPEP y los exteriores a este cártel.
Por otra parte, la subida de los precios del crudo observada estas últimas semanas, e impulsada por las esperanzas de un acuerdo internacional sobre la producción para reajustar así el mercado, “no debe ser considerada como la señal definitiva de que necesariamente lo peor ya ha pasado” matiza la AIE.