(Informe IPE/El Comercio) Las cifras del crecimiento económico peruano durante el primer tercio del año han suscitado preocupación sobre el resultado del PBI proyectado para el 2019. Aunque factores económicos y políticos internos explican buena parte de las proyecciones, dicha preocupación también se ha registrado en otros países de la región.
Para poner en contexto la evolución de nuestra economía, se agrupan los países que participan en la Copa América en tres bloques. Los punteros, que tienen las mayores tasas de crecimiento proyectadas para este año; los de media tabla, de los que se espera un crecimiento moderado; y los coleros, que tienen proyecciones de crecimiento por debajo del 1%. Para ello, se tomará en cuenta información reportada por Consensus Economics y el FMI a mayo del 2019.
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LOS PUNTEROSEn el primer grupo se ubican Bolivia (4,2%), el Perú (3,7%), Paraguay (3,6%) y Chile (3,2%). Estas economías se mantendrían como líderes de crecimiento entre los países de la región, pese a ligeras caídas en las proyecciones de crecimiento respecto a finales del año pasado.
Así, Bolivia, la economía más pequeña entre estos países, mantendrá un alto ritmo de crecimiento por la inversión pública en proyectos de infraestructura y exploración de hidrocarburos. En el caso de la economía guaraní, se espera que la solidez de su demanda interna respalde su crecimiento frente a la reducción en las exportaciones hacia sus dos principales socios comerciales: Argentina y Brasil.
En relación con el Perú, las proyecciones de crecimiento para este año serían revisadas a la baja desde el 3,7%. A finales del año pasado, el crecimiento del país se proyectaba en 3,8%. No obstante, debido al debilitamiento del sector externo, la menor producción minera y los efectos temporales negativos sobre la pesca en el primer trimestre, el MEF ha anunciado la revisión de su proyección a 3,7%, mientras que el IPE estima un avance entre 3% y 3,5%. A pesar de ello, lo más probable es que el Perú se mantenga en el podio de crecimiento económico para el 2019.
Por su parte, Chile registra una situación similar a la del Perú. La proyección de su crecimiento se redujo respecto al final del año pasado (3,4%) por las tensiones comerciales en el exterior y la contracción de su producción minera.
MEDIA TABLAA la mitad de la tabla se ubican Colombia, Qatar, Uruguay y Brasil. En el caso de Colombia y Qatar, sus proyecciones de crecimiento se han mantenido estables durante el año.
Colombia cerraría el año con un avance cercano a 3%, impulsado por una mayor inversión en proyectos de infraestructura y petróleo. Se proyecta que la economía catarí crezca 2,6% ante un ligero incremento en la extracción de hidrocarburos y los proyectos de infraestructura relacionados con el Mundial de Fútbol 2022. Con ello, Qatar se consolida como el país con el PBI per cápita más alto del mundo, que equivale a 9 veces el del Perú y 17 veces el de Bolivia.
Por otro lado, las proyecciones para Brasil y Uruguay se han ajustado a la baja tras los resultados de los primeros meses del año. A inicios del 2019, se esperaba que la economía brasileña, la más grande de la región, creciera 2,4% producto de la mejora de la confianza empresarial. Sin embargo, la contracción experimentada en el primer trimestre (-0,2%) ha moderado las proyecciones a solo 1,4%.
Del mismo modo, la proyección de crecimiento para Uruguay se redujo de 1,9% en enero a 1,5% en marzo impactada por el bajo desempeño de sus principales socios en la región, Brasil y Argentina (que se ubica en el grupo de los coleros).
LOS COLEROSFinalmente, el grupo con las menores proyecciones de crecimiento para el 2019 está compuesto por Japón (1%), Ecuador (0,7%), Argentina (-1,2%) y Venezuela (-21,5%).
El caso de Japón dista bastante del resto de economías de este grupo. Luego de un largo período de crecimiento muy modesto, el país asiático ha recuperado dinamismo en los últimos años gracias a las políticas monetarias expansivas y la mayor sostenibilidad fiscal. Así, aunque parezca bajo, para un país que triplica el PBI per cápita del peruano, el crecimiento de 1% proyectado para este año es positivo.
En contraste, Ecuador, Argentina y Venezuela vienen enfrentando problemas económicos de diferente intensidad. En Ecuador, la caída del precio del petróleo desde el 2014 golpeó la economía y las finanzas públicas fuertemente. Las proyecciones de este año se han revisado a la baja, de 1,1% a 0,7%. El Banco Central de Ecuador espera, de hecho, un crecimiento de solo 0,4%.
Argentina mantiene la misma proyección negativa de crecimiento (-1,2%), desde diciembre del año pasado. Los principales factores detrás de este resultado son la alta inflación, inestabilidad de la política cambiaria, alta tasa de desempleo, que alcanzó dos dígitos en el primer trimestre del 2019 luego de trece años, y una disminución del consumo privado. Todo ello, más la incertidumbre de nuevas elecciones presidenciales de este año agudizan el efecto recesivo en la economía.
Por último, Venezuela tiene de lejos el peor escenario para el 2019, con una caída estimada de 21,5%. Dicha contracción sería el doble de profunda de la que tomó lugar a finales del año pasado (-12,8%). Esta corrección se produce en el marco de recientes datos publicados por el Banco Central de Venezuela –después de más de tres años sin divulgar cifras–, que estima que el PBI cayó en más del 50% desde el 2013.
EL BALANCEEn suma, los países de la región transcurren por un período desfavorable. Las economías más grandes de la región, Brasil y Argentina, no han logrado consolidar una recuperación sostenida de sus economías y, por el contrario, dado su tamaño e integración, vienen afectando negativamente a Paraguay y Uruguay.
Por su parte, la menor demanda internacional de los commodities producidos por los países de la región ha afectado a Chile, el Perú, Ecuador y Colombia.