La economía de Estados Unidos creció un modesto 2,3% en todo 2019, según la segunda estimación sobre la evolución del producto bruto interno (PBI), que mantuvo sin cambios los cálculos adelantados a finales de enero, que situaron en un 2,1% el crecimiento en el último trimestre del año.
Este ha sido el menor crecimiento económico en Estados Unidos desde la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, en enero de 2017, y confirma la desaceleración registrada en todo 2019, después del 2,9% registrado en el ejercicio anterior.
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Las cifras de evolución del PBI anunciadas por el Departamento de Comercio en la segunda de sus tres estimaciones no sorprendió a los analistas privados, que ya habían anticipado que el crecimiento de la actividad económica estadounidense se mantendría sin cambios.
El crecimiento del PBI real en el cuarto trimestre, según los datos del Gobierno, reflejan "contribuciones positivas" de los gastos personales de consumo personal, las inversiones del Gobierno federal, las exportaciones, la inversión residencial fija y los gastos de los gobiernos estatales y locales.
El gasto de los consumidores, que supone dos tercios de la actividad económica, registró en el cuarto trimestre del año un alza del 1,7%, una décima menos de lo que se había calculado hace un mes y un notable descenso respecto al 4,6% del trimestre previo.
Pero también el déficit comercial registró una caída superior a la anticipada, lo que supuso el principal impulso del PBI en el último trimestre del año pasado.
Según la última revisión, de octubre a diciembre las exportaciones aumentaron un 2%, en lugar del 1,4% calculado antes, y las importaciones cayeron un 8,7%, tres décimas más de lo anunciado antes.
Excluyendo el comercio, los inventarios y los gastos gubernamentales, la economía creció a un ritmo anual del 1,3% en el cuarto trimestre de 2019, una décima menos de lo anteriormente calculado y la cifra más lenta en cuatro años.
El presidente estadounidense Donald Trump había prometido un crecimiento sostenido por encima del 3% al llegar a la Casa Blanca en 2017, algo que por el momento no ha logrado en los dos últimos años.