Esta semana Guatemala se ganó un espacio en las portadas internacionales. Su presidente, Otto Pérez Molina, no solo renunció al cargo para ser juzgado por actos de corrupción, sino que incluso fue encarcelado de manera provisional –a fin de evitar su fuga– al estar acusado de asociación ilícita, defraudación tributaria y cohecho pasivo, delitos que habría cometido entre mayo del 2014 y abril del 2015.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Aunque no se conoce el monto total de lo defraudado, en dos semanas un miembro del grupo delictivo fue capaz de recaudar cerca de US$330.000”, indica la cadena británica de noticias BBC.
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Sin duda, lo sucedido en el país centroamericano tendrá repercusión internacional. Por el momento, “Financial Times” (FT) afirma que Guatemala proporciona algunas “dramáticas e inusuales” duras lecciones. El que el Parlamento haya quitado la inmunidad al presidente de la República para que sea juzgado y que este luego haya renunciado y que haya tenido que pasar por lo menos una noche en prisión por un caso de corrupción no tiene precedentes, según FT. ¿Quién es, pues, Otto Pérez Molina?
MILITAR Y POLÍTICOPérez Molina es un ex militar de las fuerzas especiales Kaibil (élite del ejército de Guatemala) que fundó el Partido Patriota en el 2001, organización neoliberal integrada por militares, empresarios y políticos conservadores.
Participó en los acuerdos de paz realizados en Guatemala, como representante del ejército, luego de la guerra civil que azotó al país centroamericano por 30 años y que culminó en 1996.
Desde antes de asumir el cargo de presidente de Guatemala, prometió mano dura contra la delincuencia; y su ideología política incluye la legalización de la comercialización y consumo de drogas, como medida para reducir la violencia en la región.
Ya en 1993 Pérez Molina ganó notoriedad internacional cuando capturó nada menos que a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Hoy, acusado de delitos de corrupción, el ex militar trae a colación aquella ocasión en la que uno de los cabecillas de la droga más buscados le ofreció un soborno para que lo dejara ir. Hoy el ex presidente deberá demostrar que no recibió coimas tampoco de empresarios, tal como se lo acusa.
Pérez Molina fue el primer militar en llegar a la presidencia en el 2011, luego de la guerra civil. Pero no será por eso que se lo recordará en la historia de la región.