Los encargados de las políticas de los gobiernos tendrán que implementar medidas fiscales, monetarias y financieras “sustanciales” para lidiar con el impacto del coronavirus COVID-19, dijo el lunes Gita Gopinath, economista jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Frente los “agudos shocks” tanto a la oferta como a la demanda, “las autoridades necesitarán implementar medidas sustanciales específicas fiscales, monetarias y financieras para ayudar a los hogares y negocios afectados”, explicó Gita Gopinath, la economista jefa del Fondo en un blog, ante los previsibles despidos y caída en la producción debido a la diseminación del virus.
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Entre ellas, citó “transferencias directas de efectivo, subsidios salariales y alivios fiscales” como la extensión de los plazos de los pagos de impuestos en Italia o la exención temporal de las contribuciones a la seguridad social para los negocios en China.
“La crisis de salud tendrá un significativo efecto económico (...) (El objetivo es) apoyar la economía durante la epidemia, manteniendo intacta la red de relaciones económicas y financieras entre trabajadores, prestamistas y acreedores, así como entre proveedores y consumidores finales para que la actividad se recupere una vez que el brote se diluya”, agregó Gopinath.
Como ejemplo, el Fondo advirtió que la actividad manufacturera y de servicios en China, uno de los centros clave de las cadenas de suministro global, “cayó de manera drástica en febrero”.
Mientras que “desde el lado de la demanda -indicó Gopinath- la pérdida de ingresos, miedo al contagio y elevada incertidumbre, hará que la gente gaste menos” con especiales efectos adversos sobre los sectores del turismo, viajes y hostelería.
La pasada semana, la Reserva Federal (Fed), el banco central de EE.UU., anunció un recorte de emergencia de sus tipos de interés en medio punto para respaldar a la economía ante los temores de un frenazo económico.
“Considerando el amplio alcance de la epidemia en muchos países, los extensos vínculos económicos transfronterizos, así como grandes efectos de confianza que impactan la actividad económica y los mercados financieros y de materias primas, el argumento hacia una respuesta coordinada internacional es obvio”, dijo Gopinath.
La pasada semana, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, subrayó que el crecimiento económico este año estará por debajo del 2,9 % de 2019, frente al 3,3% estimado previamente para 2020.
En las últimas 24 horas se diagnosticaron 3.656 nuevos casos en todo el mundo, lo que eleva el total a 105.586, mientras que se informó de 98 nuevas muertes, por lo que los fallecidos desde el origen de la epidemia son ya 3.584, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las cifras en China, origen de la epidemia, se siguen ralentizando, y hoy se informó de sólo 46 casos nuevos (el total es de 80.859) y 27 muertes (3.100 desde la aparición de la enfermedad en diciembre), siempre según las cifras de la OMS.
Tras China, Corea del Sur se mantiene como la nación más afectada, con 7.134 casos (367 nuevos en las últimas 24 horas, una cifra que va descendiendo paulatinamente), seguida de Italia, con 5.883 casos (1.247 nuevos, y en su caso el ritmo de contagios sigue en fase ascendente).