España, Alemania, Francia, Italia y Países Bajos, las grandes economías de la eurozona, se comprometieron este viernes a implementar en 2023 un tipo mínimo del impuesto de sociedades si no se logra en las próximas semanas un acuerdo por consenso en la Unión Europea, que de momento permanece bloqueado por el veto de Hungría a la propuesta.
“Nuestro primer objetivo sigue siendo lograr un consenso. Si la unanimidad no se logra en las próximas semanas, nuestros gobiernos están totalmente determinados a cumplir sus compromisos. Estamos listos para implementar una tributación mínima efectiva global en 2023 y por cualquier medio legal posible”, dijeron los ministros de Economía y Finanzas de estos países en una declaración conjunta firmada en los márgenes de la reunión informal que los titulares económicos comunitarios mantienen en Praga.
“Conforme la inflación golpea fuertemente el poder de compra de nuestros ciudadanos, las empresas deben pagar una parte justa de impuestos para aliviar el impacto de la crisis energética global”, destacan en el documento, que pone el acento en que esta medida es “clave” para una mayor justicia fiscal y para luchar de forma más eficiente contra la evasión y optimización fiscal.
La medida, acordada por más de 130 países, incluidos todos los de la UE, en el seno de la OCDE, prevé fijar un tipo mínimo efectivo del impuesto de sociedades del 15% para las empresas que facturen más de 750 millones de euros anuales con el fin de evitar que estas trasladen sus beneficios a países con normas tributarias más laxas.
La Comisión Europea presentó una propuesta para aplicar esta legislación en todo el bloque en 2023, pero el dossier está bloqueado desde junio por la oposición en solitario de Hungría, que puede vetar la iniciativa puesto que los temas de política fiscal requieren la unanimidad de los 27 Estados miembros para ser aprobados.
“En este momento en que los ciudadanos europeos enfrentan retos importantes también en el ámbito fiscal, tenemos que asegurar que no existe competencia a la baja y nuestros sistemas fiscales son justos y las grandes empresas contribuyen también al coste de la guerra”, dijo la vicepresidenta de Asuntos Económicos española, Nadia Calviño, en una declaración a la prensa al flanco del resto de ministros firmantes.
Las opciones para poner en marcha el tipo mínimo en 2023 podrían ser una cooperación reforzada a nivel europeo (que permitiría aplicar la medida en los países que lo deseen con el apoyo de al menos 9 Estados) o “soluciones nacionales coordinadas”, según explicó el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire.
“Es decir, que cada uno de los Estados miembros que estamos aquí estamos listos para poner en marcha legislaciones nacionales para aplicar esta norma de forma coordinada y garantizar la justicia fiscal”, dijo.
Además del tipo mínimo, los cinco países se comprometieron a completar los trabajos sobre el segundo pilar del acuerdo de la OCDE, que se centra en la redistribución de los beneficios de las multinacionales para capturar mejor el modelo de negocio de los gigantes digitales. El objetivo es poder firmar la convención multilateral al respecto a mediados de 2023.
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