Bloomberg.- La reunión de políticas de la Reserva Federal a celebrarse esta semana será objeto de una estrecha observación, especialmente después de las medidas de estímulo adoptadas la semana pasada por el Banco Central Europeo.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
GUÍA
Según Mohamed A. El-Erian, economista y jefe asesor económico en Allianz, he aquí algunas de las medidas que los responsables del banco central de los Estados Unidos adoptarán y no adoptarán, en especial aquellas de primordial interés para los mercados financieros:
Los funcionarios de la Reserva Federal señalarán la recuperación sostenida de la economía de los Estados Unidos, caracterizada por una sólida creación de empleo, aunque no querrán que suene como que ya se han superado los inconvenientes en salarios e inflación (ambos conceptos siguen muy bajos).
Reiterarán su preocupación por la debilidad de la economía global pero se abstendrán de potenciar el riesgo de una onda expansiva sobre la economía real en el plano nacional.
Se los verá más tranquilos por el retorno a una relativa estabilidad financiera, sobre todo después de la volatilidad observada semanas atrás, que volvió a poner de manifiesto lo frágiles que son a veces las sensaciones del inversor, tanto en los Estados Unidos como en otras latitudes.
La estructura de las tasas de interés de la Reserva Federal quedará como está, y no habrá cambios en la política que rige la utilización de sus balances.
Orientarán a los mercados hacia la posibilidad de más aumentos en la tasa de interés respecto de la que hoy en día manejan operadores e inversores, pero lo harán en forma paulatina.
Una vez más pondrán énfasis en la incertidumbre relativamente poco habitual a la que se enfrentan tanto la economía como la creación y trazado de políticas, incluyendo el énfasis en la necesidad de practicar un cuidadoso seguimiento y control de los datos y de generar respuestas ágiles en materia de políticas.
Combinando todos estos factores, la Reserva Federal pondrá el acento una vez más en su dependencia de los datos y en la condicionalidad de su política. No obstante, ello estará acompañado por señales cautelosas de que la Reserva Federal –a diferencia de otros bancos centrales sistémicamente importantes como los de China, Europa y Japón– sigue inclinada a transitar con prudencia su derrotero consistente en tasas de interés gradualmente más elevadas y en la normalización de política monetaria.