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En realidad, antes de tratar de responder a la cuestión de cuánto petróleo le queda a Escocia hay que aclarar si estamos hablando de reservas probadas o posibles, y si se trata de lo que es extraíble y en qué circunstancias: ¿con la tecnología actual o con la futura?
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En cualquier caso, el petróleo del mar del Norte ha sido durante décadas objeto de tanta especulación con el monstruo del lago Ness.
No en vano es una de las cuestiones fundamentales en la discusión de la posible independencia de Escocia, que se resolverá en el referendo de este jueves.
Esta es una industria que genera casi medio millón de puestos de trabajo a lo largo de todo Reino Unido.
¿QUÉ ES LO QUE DE VERDAD SABEMOS?
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Bien, empecemos por contabilizar cuánto petróleo se ha extraído hasta ahora.
Según la patronal de hidrocarburos británica, alrededor de 42.000 millones de barriles han sido succionados del mar del Norte desde que en 1967 se empezó a producir gas. El crudo llegó en 1975.
El pico máximo de producción se dio en 1999. Desde entonces, no ha hecho sino caer.
Antes que nada, vale la pena tener en cuenta que cuando se habla de petróleo del mar del Norte se hace referencia a todas las reservas de la plataforma continental británica.
Eso incluye nuevos descubrimientos al oeste de las islas Shetland, que están en el océano Atlántico.
Las estimaciones varían mucho, pero en general hay cierto consenso en que todavía quedan zonas por ser exploradas y que son potencialmente ricas en hidrocarburos.
Tanto el gobierno británico como el escocés se han propuesto aprovechar ese potencial al máximo.
Por supuesto, ese interés viene, más allá de apoyar a la industria, de que se trata de una jugosa fuente de ingresos para las arcas estatales en forma de impuestos.
Según el Departamento de Energía y Cambio Climático, los ingresos por impuestos del sector petrolero del mar del Norte marcaron su máximo histórico en 1985 con US$42.000 millones (a precios de 2013).
En 2013, esos ingresos supusieron US$7.600 millones, bastante menos que los casi US$10.000 millones de 2012.
Pero prever los ingresos futuros es algo muy complicado. Depende de demasiadas cosas, incluido, por ejemplo, el ritmo de extracción, los precios internacionales y la tasa impositiva, así como el cambio de la libra con el dólar.
¿Y EL PRECIO?
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Para los estándares de algo que siempre fue muy volátil, el precio del petróleo ha permanecido estable últimamente.
El barril de Brent, usado en el mar del Norte, tuvo de media:
US$109 en 2013 US$112 en 2012 US$111 en 2011
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés), creada por el gobierno británico, prevé que los ingresos de todo el país por el petróleo del mar del Norte caigan de cerca de US$10.000 millones en 2012 a algo menos de US$5.700 millones en 2018.
El gobierno escocés cree que algo más de US$9.100 millones de los casi diez mil son generados en aguas escocesas.
Y sus predicciones para el “sector escocés” para 2018 varían de US$5.2000 millones hasta US$13.000 millones.
QUÉ DICEN LOS INDEPENDISTAS
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Los que hacen campaña a favor de la independencia escocesa acusan al gobierno de Londres de ocultar el potencial petrolero del mar del Norte durante los años 70 para no fomentar el nacionalismo escocés.
Y consideran que Londres desperdició el ingreso petrolero al usarlo para financiar la reforma de la economía británica planificada por la ex primera ministra Margaret Thatcher.
Entonces se apuntaló la libra, con la consecuente pérdida de competitividad del sector exportador.
Esos recursos también se usaron para distribuir ayudas para los millones de personas que trabajaban en la industria pesada -gran parte de la cual cerró en aquel proceso de reconversión- y que terminaron desempleadas.
También acusan al gobierno actual, así como a la oposición laborista, de poner en peligro las inversiones con periódicas subidas de impuestos para la industria.
Los nacionalistas apuntan al modelo de Noruega, que invierte la bonanza petrolera en el que se considera el mayor fondo soberano de inversiones del mundo.
No es tarde, consideran, para que Escocia adopte un camino de prosperidad.
QUÉ DICEN LOS UNIONISTAS
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Aquellos que no quieren que Escocia se independice tienen un eslogan bastante ilustrativo: “La independencia es para siempre, el petróleo no”.
Acusan al Partido Nacionalista Escocés de inflar las cifras de ingreso petrolero para intentar favorecer el “Sí”, aunque luego vayan a tener que revisarlas a la baja.
Además, señalan que no tiene sentido decir que el dinero del petróleo fue desperdiciado.
Al contrario, dicen, millones de libras han sido destinadas a mejorar el sistema de salud escocés, construir mejores escuelas y pagar pensiones.
Incluso, afirman, Escocia tuvo déficit presupuestario en 20 de los últimos 21 años, así que no se podrían permitir ese fondo al estilo noruego que planean sin subir los impuestos o hacer recortes en el gasto público.
Los políticos unionistas alegan que la diferencia entre los ingresos cuando el petróleo está alto y cuando está bajo es equivalente al presupuesto entero del servicio de salud pública escocés y que, sin el apoyo de Reino Unido,Escocia no podrá hacer frente a la volatilidad del precio del barril.