DPA.- La falsificación de productos y la piratería de marcas generan pérdidas de miles de millones de euros a las empresas de Alemania, señala un estudio publicado hoy por la consultura empresarial EY (Ernst & Young).Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El informe cifra en unos 56.000 millones de euros (US$61.500 millones) las pérdidas causadas por menor facturación, daño de imagen y gastos en la lucha contra las imitaciones. El documento destaca que la compra de productos falsificados sigue siendo vista por muchos consumidores como un delito de poca importancia.
La marca “Made in Germany” goza de confianza y reconocimiento mundial y por ello “puede sufrir más perjucios a causa de las imitaciones”, advirtió Stefan Heissner, socio de la consultora EY.
La piratería abarca un amplio espectro que incluye bienes de consumo como bolsos, zapatos o relojes pero también máquinas, medicamentos, autopartes e incluso automóviles enteros.
Según el estudio, los autores de las copias salen al mercado con una rapidez cada vez mayor. Cerca del 60% de las empresas encuestadas dijo que tiene que lidiar con falsificaciones ya en el primer año del lanzamiento de un nuevo producto y una de cada diez señaló que en el primer mes ya había imitaciones en circulación.
La mayor parte de las falsificaciones provienen de China, estimaron las compañías consultadas. Pero también llegan imitaciones de otros países del sureste asiático y de Europa Oriental.
Las falsificaciones están a la orden del día especialmente en los ámbitos de la industria automotriz, la de maquinaria y la de producción de bienes de consumo, añade el estudio.
Cerca del 48% de las empresas que fabrican maquinaria e instalaciones industriales y un 42% de las que producen bienes de consumo afirmaron que se vieron afectadas por violaciones del derecho de propiedad intelectual en los últimos dos años.
Los fabricantes de falsificaciones no tienen una reputación que perder sino que apuntan a alcanzar el máximo beneficio en poco tiempo, también a costa de la salud de sus empleados y del medio ambiente, sostiene el informe.
Asimismo consigna que casi la mitad de los consumidores consultados admitió haber adquirido una imitación o cree que podría hacerlo. La mayor parte de las falsificaciones son compradas de forma deliberada, especialmente debido a su bajo precio.
Para el estudio fueron consultados 550 empresas, así como un millar de consumidores en Alemania.