(Bloomberg) – Aparte del beneficio evidente de comprar joyas en una subasta –casi siempre se paga menos que en un minorista-, otra ventaja es que se pueden comprar objetos con historia.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El problema es que esa historia es tan ostentosa que hay que guardársela. No es muy fácil largar la frase: “Ah, ¿estos aros? Eran de Jackie Onassis” sin que los presentes pongan los ojos en blanco.
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Sin embargo, las subastas que se realizarán este otoño en Nueva York ofrecen joyas de un origen más esotérico, y eso significa que usted podrá hablar de sus chucherías con más soltura.
Si lo hace bien, contará una historia en lugar de hablar de su patrimonio. Los siguientes lotes de la subasta Joyas Importantes de Sotheby’s del 24 y 25 de septiembre son un ejemplo de esto. Las cifras en dólares son estimaciones de las casas de subastas.