No solo los bancos utilizarán la tecnología de pago por proximidad (sin contacto) en el 2017, sino que también las cajas municipales están diseñando productos para ser lanzados pronto al mercado.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Según Gustavo Paissan, gerente de mercado regional de Gemalto, en el país dichas instituciones financieras están dispuestas a adoptar esta tecnología el próximo año porque son conscientes de la evolución digital de los clientes y ya están diseñando propuestas concretas.
En la actualidad existen dos bancos (BBVA Continental y Scotiabank) que lanzaron el mes pasado sus propuestas de tarjetas que no necesitan “tocar” el POS (punto de pago) para pagar y se espera que pronto se sumen al menos otras dos bancos más y posteriormente algunas de las cajas, pues el tamaño de la institución no es una barrera para su uso.
Paissan explicó que implementar dicha tecnología puede tomar pocos meses y no se requieren grandes gastos. La inversión para realizar la migración al pago sin contacto es menor a la que se necesitó para migrar de las tarjetas de banda magnética al chip, lo cual ya se ha concretado en el 70% de la base instalada local. “ Una tarjeta con banda magnética vale una tercera parte de lo que una con chip y una tarjeta con el sistema de contac less puede ser apenas una vez y media la tarjeta ordinaria”, detalló.
CUESTIÓN DE GADGETS
En otros países de la región el pago sin contacto se está empezando a aplicar, además de las tarjetas, en teléfonos móviles, pulseras, y pronto se espera que tengamos un comportamiento similar al que ocurre en Europa, en donde se usan también relojes y otros gadgets.
Juan Taylor, gerente para transacciones seguras regional de Gemalto, explicó que en Colombia ya hay al menos cinco grandes bancos metidos en el sistema y han habilitado esta funcionalidad no solo en las tarjetas, sino que también están repartiendo unas etiquetas a sus clientes, las cuales se peqan al celular y, tras instalar una App del banco, se pueden usar para pagar por proximidad.
No todos los teléfonos móviles, aclaró, vienen con el sistema listo para usar esta tecnología, por eso se crea un aditamento especial: el sticker. Dos grandes marcas de móviles han incluido desde fábrica un sistema que permite usar los últimos modelos de sus teléfonos para pagar por proximidad, pero solo se puede utilizar si hay un acuerdo con algún banco, tal como ocurre en Estados Unidos. En la región todavía no existen dichos acuerdos, por tanto esos equipos, aunque tengan la tecnología instalada, no la pueden usar.
Una práctica común, detalló, es que el banco tenga un abanico de opciones para pago por contacto y deje que cada cliente vaya optando por los que mejor se acomodan a sus necesidades. Lo usual en Europa, dijo, es entregar una tarjeta con el sistema instalado y además darle una pulsera recargable que sirva para llevarla como alternativa cuando no se quiere ir con mucho efectivo a la mano, como por ejemplo en partidos de fútbol o conciertos. También se han creado alternativas como gemelos para las camisas, dispositivos para utilizar en el bolsillo del saco o muñecos de llavero para darle a los niños cuando desean pagar.
En la región Colombia ha avanzado fuerte en la instalación de tarjetas - casi un 90% de tarjeta-habientes utiliza tarjetas con chip y un 50% está listo para implementar pago sin contacto. Ellos optaron por ir acostumbrando a los clientes al uso de esta tecnología con los pagos por proximidad en el transporte público y luego fueron sembrando o ampliando el ámbito de acción hacia otros lugares (retail, restaurantes, etc.), refirió Taylor.
En Chile, añadió Paissan, también se tiene amplia cobertura, pero se aplicó un método distinto: se “sembraron” tarjetas sin habilitar el servicio y luego se ha ido instalando las lectoras en los negocios y por ahora solo un 15% está listo para usar el servicio, pues no solo se trata de tener “lectoras” aptas para el sistema sino de enseñarles a las personas que atienden cómo funciona. No existe receta única, advirtió, ni está claro si es mejor entrar al segmento premium o aplicar una estrategia masiva, pero lo que sí es consenso en la región es que este 2017 será el año del despegue y ampliación de uso de esta tecnología, recalcó.