Bloomberg Business.- Ryan Petersen imaginó un amago de control de calidad cuando trabajaba en China en el negocio de importación de su hermano. Durante el recorrido por una fábrica se excusaba para ir al baño con el fin de ver si había agua corriente o si funcionaba la descarga de los inodoros.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
¿No? Entonces borraba la planta de su lista de posibles fabricantes por falta de suficiente delicadeza industrial. Petersen dice que aprendió un montón de trucos similares en los dos años que vivió en Shanghái y Kunming. También lidió con el Mandarín y una grave frustración ante lo que considera el negocio innecesariamente lleno de problemas del transporte de carga.
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Nueve años más tarde, con un MBA y un negocio exitoso, Petersen, de 34 años, es máximo responsable ejecutivo de Flexport Inc. Su descripción publicitaria: es la primera agencia aduanera mundial con licencia que ha sido construida en torno de una moderna aplicación Web.
“El mundo quiere más software para manejar sus negocios”, dijo Petersen. “Se acostumbró a usar software para todo y de golpe tiene que mover su carga”.
Flexport, que recaudó US$6.600 millones de inversores como Gloogle Ventures y el fondo del actor Ashton Kutcher, es otra empresa emergente que busca una filial en una industria establecida. Uber Technologies Inc. está cambiando la forma en que las personas se desplazan en las ciudades; Flexport quiere hacer lo mismo con el material en bodegas de buques contenedores en los mares.
Flexport conecta a los clientes con operadores, y el software se encarga de la aduana, los aranceles y otro tipo de logística. Una aplicación en la Web permite a un importador estadounidense comparar precios introduciendo las variables –el Puerto A tal día o el Puerto B tal otro día, vagón de ferrocarril versus acoplado- y exhibe las cotizaciones de precios de las compañías de transporte.
Flexport, dice Petersen, reduce el papelerío y los dolores de cabeza de los importadores, como lo hacen los sitios de reservas para los viajeros. Es uno de los primeros equipos de flete que digitalizan el transporte internacional, facilitando mover mercaderías entre aduanas y alrededor del mundo.
MÁS COMERCIO INTERNACIONALSi la iniciativa que ya lleva dos años tiene éxito “habrá más comercio internacional gracias a Flexport, y el comercio internacional es grandioso y vale la pena que haya más”, dice Paul Graham, cofundador de Y Combinator, la fábrica emergente que descubrió, formó y contribuyó a financiar más de 700 empresas, entre otras, Airbnb Inc. y Dropbox Inc. Flexport integra la promoción 2014 de Y Combinator.
Prácticamente en todos los sentidos, las probabilidades están en su contra. En primer lugar, la mayoría de las empresas emergentes fracasa. Y Bill Trenchard, socio de First Round Capital, dice que el transporte de cargas tradicional es una actividad en la que no es fácil incrustarse. Los Tres Grandes son DHL Supply Chain Global Forward, Kuehne Nagel y DB Schenker Logistics, que generaron ingresos totales por US$73.600 millones en 2013. First Round de todos modos apoyó a Flexport. Trenchard dice que si hay alguien que puede hacerlo funcionar, es Petersen.