Las acciones de la compañía estadounidense GoPro, cuya entrada a la bolsa fue una de las más exitosas del 2014, ha llegado a cotizarse por debajo de US$8 —tras llegar a picos de US$98— desde su caída vertiginosa a fines del 2016.
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La empresa que empezó a ser conocida por sus cámaras de alta definición y su resistencia para grabar vídeos en situaciones poco convencionales parecía que no se recuperaría; sin embargo, Nick Woodman, CEO y fundador de GoPro asegura que la acción volverá a ser rentable en el 2018, tras tres trimestres de crecimiento sólido en el 2017.
Pero, ¿cómo lo logrará?. En una entrevista a la revista Inc, Woodman dio luces de lo que hubo detrás de la estrepitosa caída del 2016 y lo que no volverá a repetirse para resurgir de las cenizas.
LA CAÍDA
Desde su fundación en el 2002, GoPro logró un crecimiento envidiable a lo que le sucedió una de las salidas a bolsa más exitosas del 2014. Sin embargo, desde el último trimestre del 2015 empezó a perder dinero y tocó fondo en el tercer trimestre del 2016, cuando sus estados financieros presentaron una caída en sus ingresos de 39,9% lo cual hizo desplomar sus acciones un 23% en un solo día.
El paso siguiente fue el anuncio de Nick Woodman, CEO y fundador de GoPro: lanzarían sus nuevas cámaras Hero 5 y el drone Karma, sus mejores productos de la historia, aseguraba. A las pocas semanas del lanzamiento, algunos drones empezaron a presentaron fallas en el vuelo que los llevaba a estrellarse. La empresa retiró todas las unidades.
Su futuro era incierto, tanto para el mercado como para el CEO de la empresa. Sobre aquel episodio trágico Woodman ahora responde con naturalidad que las caídas son comunes, pero explica que la incertidumbre lo llevó a cuestionarse con agresividad.
“Pero cuando estás cayendo en picada y preguntándote cuándo vas a conseguir parar a veces ni siquiera estás seguro de por qué las cosas están yendo mal, al fin y al cabo te ha ido bien durante muchos años. Sencillamente te planteas ¿cuándo empezamos a cagarla? ¿qué está pasando?”, dijo a la revista americana.
CUANDO PERDIÓ EL NORTE
Y Woodman parece haber encontrado la falla: empezó a descuidar su negocio principal y se creó una división de medios que producía sus propios vídeos profesionales para que más gente adquiriera más de sus cámaras se convirtió en una trampa.
Así, contrató a más de 100 empleados entre el 2014 y 2015 y comenzó a desarrollar documentales y series de televisión muchos de los cuales jamás vieron la luz. Aquella estrategia de marketing que pareció brillante su momento ni siquiera sirvieron para que las ventas de cámaras aumentara.
Así, Woodman se dio cuenta que el círculo virtuoso solo funcionaba cuando los consumidores hacían sus propios vídeos.
Además, los programas producidos por la división de medios de GoPro habían sido ideados para que lanzara su propia plataforma de streaming; esta nunca se estrenó.
“A todo el mundo le encantaba todo lo que hacíamos”, comenta Jeff Brown, vicepresidente senior de comunicaciones de GoPro, que reconoce que se comportaron de forma arrogante.
“Pensamos que podíamos sacar una cámara, cobrar US$399, y que la comprarían solo porque es una GoPro”, añade.
Así, las cámaras empezaron a presentar problemas técnicos, mientras la compañía se enfocaba en otros productos diferentes al principal.
Ahora, Woodman admite que el foco de GoPro estará en las cámaras y su funcionabilidad para adaptarse a situaciones poco convencionales; la razón de su éxito en el 2002.
“Si estás tratando de hacerlo para ser algo que no eres, todo el mundo lo sabrá, y nadie va a pensar muy bien de ti por ello. Y cuanto más verdadero seas para ti mismo, mayores posibilidades tendrás de alcanzar todo tu potencial. Tan pronto como fui capaz de pensar en esos términos, me dije 'ok, esto es lo que tenemos que hacer'”, concluye.
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