(Bloomberg). Prepárense para los cierres del gran lujo. No se trata de que las tiendas cierren sus puertas para detener a las hordas de clientes en busca del último modelo de bolso, sino de que las marcas reducen la cantidad de tiendas ante la caída de la demanda.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Hugo Boss dijo el viernes que iba a cerrar 20 de las 443 tiendas que posee en diferentes países en los próximos 18 meses. Las reducciones de su cartera en Asia, Europa y los Estados Unidos se suman a los 20 locales que ya está cerrando en China.
La firma está particularmente expuesta al viento en contra con el que hoy se enfrenta la ropa de prestigio. Se trata de una marca de acceso al segmento del lujo, y los trabajadores a los que atrae hoy están vulnerables a las consecuencias económicas del Brexit y probablemente preocupados por sus perspectivas de trabajo, un entorno poco propicio para gastar cientos de dólares en un traje aspiracional.
Por otra parte, dos tercios de los ingresos que genera Boss provienen de Europa, donde la preocupación por la inseguridad está afectando al turismo.
MÁS EFECTOS
Hugo Boss no está solo en las dificultades que aquejan a la industria del lujo. El debilitamiento de la demanda en mercados clave está perjudicando a las marcas de alta gama de manera generalizada. Y eso significa que no será Boss el único grupo en cerrar tiendas.
El entorno ya está mostrando cierta debilidad, y son varias las marcas que han reducido el número de locales de venta durante la primera mitad del año o no lo han modificado, según datos de Exane BNP Paribas.
A principios de este año, Prada y Richemont dijeron estar analizando los establecimientos que poseen, lo que podría derivar en la negociación de mejores alquileres o en la reducción de su número. Algunos cierres son inevitables.
Hugo Boss espera incurrir en costos no recurrentes por 57 millones de euros (US$63,5 millones) a causa de la reducción de sus tiendas. Otras marcas que necesiten también rescindir caros contratos de alquiler probablemente se enfrenten a cargos similares.
No obstante ello, Boss espera que los cierres impacten positivamente en sus ganancias a partir del año próximo. El viernes obtuvo un aumento en el precio de sus acciones de hasta un 7%. Eso podría alentar a otros grupos a animarse.