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La misma semana en que la selección peruana de fútbol Sub 15 ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud en China, los alumnos del colegio Saco Oliveros fueron campeones sudamericanos de matemáticas. Aunque en el país los logros académicos no tienen la misma repercusión que los deportivos, sí hay empresas pendientes de los movimientos de esta institución educativa. Al tener un crecimiento proyectado de 14% en ingresos este año, 18.600 alumnos en 32 colegios propios, seis franquiciados y seis academias, Carlos Gallardo, gerente general de Saco Oliveros, dice que nunca falta quien le consulte si estarían dispuestos a vender.
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“Estamos en permanente cambio y siempre hay esa posibilidad. No la cerramos, pero no es prioridad”. Gallardo dice que algunos inversionistas no han seguido intentando porque se esperaban una operación más pequeña.
Wilmer Carrasco, presidente de Saco Oliveros, aún duda si alguien que tome la marca podría continuar con su ‘know how’. “Esto va más allá del tema educativo”, agrega. Entre los que le han tocado la puerta están dos grupos peruanos, dos empresas españolas, el BID le ha ofrecido sumarse con financiamiento y hasta una compañía con universidades en Brasil. “Ellos me preguntaron contra quiénes competía como colegio y como universidad. Me dijeron que podrían comprarlas también”.
El mercado educativo se está recomponiendo con el ingreso de nuevos capitales. Si solo observamos a los siete institutos que más crecieron entre el 2007 y 2012 podríamos encontrar suficientes motivos de por qué resultaron atractivos o podrían aún estar entre los objetivos de los inversionistas. El primero en la lista, el Instituto de Formación Bancaria (IFB), ya fue comprado por Enfoca Safi, y el Instituto San Ignacio del Oyola (ISIL), que aparece en segundo lugar, está en la mira hace un par de años al menos. ISIL era incluso la alternativa de Intercorp antes de comprar la UTP. Aunque su gerente Carlos Seminario ha dicho que han recibido la propuesta de compra de fondos de inversión y de universidades han preferido, ya con cuatro locales e ingresos por S/.84 millones, conseguir el capital para crecer colocando bonos.
El dinamismos mostrado hace prever que ninguna venta en todos los niveles –colegios, institutos, centros de idiomas, universidades– está totalmente descartada. Aunque parezca que las compras educativas han estado concentradas en Intercorp, hay más ojos observando la mejor oportunidad para ingresar al negocio. “Y si no hay tantos compradores en el Perú, de todas maneras vendrán del exterior”, dice Víctor Albuquerque, jefe de análisis sectorial de Apoyo Consultoría. El ex rector de la UPC Gonzalo Galdos, hoy presidente ejecutivo de la red de colegios Futura Schools, cree que la magnitud del reto educativo es enorme para el Estado y que por eso es indispensable la participación de un sector del empresariado, pero que sea maduro en el tema y solvente, no cualquiera. “El ingreso de mayor inversión a la educación ha sido lento porque se trata de un sector sumamente especializado”, asegura. En algunos casos –señala Galdos– esta suma de empresas educativas se dará como una integración vertical (colegios-universidad-institutos) porque se crean sinergias de colaboración y los procesos internos son menos complejos, además de que se crean líneas de carrera en toda la organización.
“Como Intercorp hoy día tenemos en educación al Grupo UTP, IPAE e Innova Schools, pero funcionan de manera independiente. Lo que pase más adelante no te lo puedo decir”, afirma Jorge Izusqui, gerente general de Colegios Peruanos (Innova Schools).
Albuquerque cree que la Ley Universitaria, aprobada este año, no debería implicar que el sector privado pierda interés en invertir en educación. Además, para cumplir con una serie de requisitos y elevar la calidad de su infraestructura, algunas universidades e institutos van a necesitar espaldas financieras que sostengan su crecimiento. Y eso lo van a lograr incorporando socios o vendiendo. Gonzalo Galdos agrega que hay dos motivos por los cuales los inversionistas buscan comprar: porque es la manera de recortar la curva de aprendizaje del negocio y porque hay pocos gestores con experiencia en educación. Este último punto se da en todos los niveles. Por eso es que gerentes con amplia experiencia en otros sectores han sido contratados por negocios educativos. Son los casos de Carlos Heeren que pasó de Apoyo Consultoría a gerente general de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) o Carlos Morante que fue gerente en BCP y Mibanco y ahora es gerente general corporativo del Grupo UTP. “Más que convertir educadores en gestores, está dando más resultado llevar gestores corporativos al campo educativo”, dice Galdos.
LOS TIEMPOS DEL COLE En lugar de tener un brigadier, los colegios de Futura Schools tienen un alumno alcalde. El cambio en el negocio educativo también implica romper con esquemas tradicionales tanto en el currículo como en el ambiente de enseñanza. La apuesta de Futura Schools es tener 30 colegios en seis años. Todos en el interior del país. Ya cuenta con 3 en Arequipa y en el 2015 estará en otras dos ciudades. Se invirtieron US$2,5 millones para la puesta en marcha de cada colegio.
“Creamos infraestructura antes de tener un solo alumno. Hemos decidido hacer colegios desde cero, pero no descartamos incorporar a la red a colegios que cumplan con nuestros requisitos y exigencias”, dice Galdos.
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