MARCELA MENDOZA R. / @mameri9
Todos los años, los fanáticos de la tecnología móvil se reunen en Barcelona, expectantes, para ver lo que la industria traerá de nuevo en el Mobil World Congress 2014 (MWC)
En este evento las marcas se alistan para marcar su rumbo comercial del año y ofrecen los prototipos de las que serán sus estrellas. En paralelo los directivos de las principales operadoras del sector se reunen para discutir los números alcanzados y proyectar estrategias expansivas. Y este año se esperaba lo mismo, y así fue, pero con claros y sustanciales matices, porque hubo nuevos protagonistas: las Apps.
Dado el reciente anuncio de de Facebook - comprar WhatsApp por nada menos que US$19 mil millones - fue Mark Zuckerberg el galán más codiciado por los reflectores y la prensa. Pero no se trata solo de ir a oirlo decir que la compra valió la pena, sino que realmente las Apps se han vuelto en las protagistas de mucho de lo que puede hacer o dejar de hacer un teléfono, sobre todo ahora que ya los niveles de inteligencia de uno y otro modelo o sistema operativo son bastante parejos.
Dos años atrás se comentaba, como una gran curiosidad, el importante efecto que los sistemas de mensajería gratuita estaban haciendo en el servicio de SMS y se proyectaban las pérdidas en ingresos que eso significaba a los operadores. También había algún mostrador en donde se exponían como grandes éxitos los enormes ingresos en publicidad que algunos juegos - como Angry Birds - habían logrado. No eran los protagonistas, eran la nota significativa que no se podía dejar de mencionar.
Este año, sin embargo, la situación es completamente diferente: la mensajería gratuita ya desterró por completo al SMS y grandes operadores como Telefónica han debido aliarse a servicios gratutios como el de Line para no quedarse atrás.
Por si fuera poco, ahora que ya todas las marcas tienen su propio “gran smartphone”, la palabra “smart” se vuelve casi un comoditi entonces para diferenciarte no importa tanto si tienes más o menos gigas de potencia o cuan nítida es tu reproducción de videos, sino que ofreces de nuevo en cuanto sistemas, con que otros aparatos (vehículos, relojes, etc.) interacturas y que aplicativos exclusivos pueden sacar el máximo diferencial a tu producto.
No nos engañemos, no es que no hayan nuevos modelos para ver, pero sus avances como hardware no son tan deslumbrantes como para dejarnos boquiabiertos. De hecho Samsung, el líder en ventas del sector smart a nivel mundial, avanza entre un modelo y otro, pero no como para detener los latidos del corazón.
Más fotografiado por lo original fue Yota 2, el teléfono ruso que tiene dos pantallas, una sencilla para textos y otra de alta definición, a la vuelta, para las imágenes. Pero aún así, la categoría ya está establecida y no queda mucho por discutir y todos están más preocupados de definir el tamaño perfecto (la tendencia es a lo grande) que una potencia deslumbrante, porque la lograda ya es bastante buena.
PRECIOS DEMOCRÁTICOS
Mientras en Europa la prensa y los líderes de opinión presentes en el evento discuten por como optimizar la red para transmitir mejores y más datos y sobre cómo se hará para generar ganancias sustanciales ahora que lo gratuito ha ganado tanto espacio y populaidad entre los consumidores, los operadores y fabricantes de teléfonos saben que para crecer tienen que ganar nuevos usuarios o migrar a esa gran volumen que todavía utiliza tecnologías “de entrada” en los mercados emergentes.
En ese sentido no es para nada extraño que Nokia, hoy propiedad de Microsoft, se haya aventurado a lanzar sus versiones económicas para mercados emergentes usando el sistema operativo de la mayoría, Android, aun cuando se trata de su propia competencia.
Y tampoco es raro que Telefónica esté tan tranquila hablando de ampliar la gama de países a las que llevará equipos con un sistema operativo - digamos menos lucrativo - como Firefox. Para crecer, incluso lo dice la red social que quiere ser parte sustancial de este mundo móvil, hace falta ampliar los usuarios de esta red de datos y eso solo se logra con precios cada vez más democráticos.
La realidad,según GSMA, es clara. Latinoamérica apenas representa poco más del 10% de los ingresos del sector móvil a nivel mundial y tiene apenas un 55% de penetración real (no cantidad de líneas, sino de usuarios únicos) lo que deja aún una enorme brecha por cubrir y aprovechar.
GSMA reveló en su último informe que faltan todavía tres años para que los usuarios de 4G sean el 20% del tráfico mundial, pero ya habla de haber logrado que el tráfico de datos mundiales crezca a un ritmo del 66% anual.
La gran explosión en consumo y tráfico se dará, afirmaron en Barcelona, cuando los usuarios que todavía están en 2G en países como Perú o Uganda pasen a usar Internet en el celular en forma continua. Y es por eso que este y los próximos dos años las marcas y los operadores tienen buena parte de sus estrategias centradas en lograr ese objetivo, lo cual no es, de ninguna manera, una mala noticia.