El grupo Ripley está envuelto en una fuerte crisis familiar. Verónica Calderón Volochinsky presentó una medida pre judicial a inicios de mayo en tribunales chilenos contra de sus hermanos Andrés, Lázaro y Michel.
En la acción, Verónica anticipa que presentará una millonaria demanda de indemnización de perjuicios por aumentos de capital que la afectaron y acusa a sus hermanos de apropiarse de parte considerable de su participación en los negocios familiares.
Cabe recordar que Andrés, Lázaro y Michel Calderón Volochinsky -a través de sociedades como Inversiones R Matriz Limitada y otras- controlan el 53% de la compañía.
“Luego de conocer lo ocurrido, y de confrontar a mis hermanos, ellos han pretendido hacer creer a todo el mundo que mis padres fueron quienes acordaron beneficiarlos con mayor participación. Debido a la avanzada edad de mis padres, y valiéndose del cariño y confianza que ellos les tienen, mis hermanos han logrado manipularlos con el objeto de dar una versión favorable a sus intereses”, relata la accionista minoritaria en la acción legal presentada.
LAS ACUSACIONES
En su escrito, divulgado por el diario La Tercera de Chile, Verónica Calderón señala que sus hermanos Andrés, Lázaro, Michel, la dejaron fuera del aumento de capital en Inversiones Leonardo Da Vinci Limitada, sin entregarle ningún tipo de advertencia o información de “las graves consecuencias que dichas operaciones tendrían en mi patrimonio”.
Asimismo, señala que nunca ha recibido dinero a título de dividendos o utilidades provenientes de las empresas familiares, con excepción de una devolución de préstamo de Inversiones Leonardo Da Vinci Limitada.
Por ello, exige la exhibición de la carta que habría sido redactada por Alberto Calderón Crispón, de fecha abril de 2011, dirigida a Andrés, Lázaro, Michel.
En ella, asegura, Calderón Crispón expresaría su voluntad de modificar la participación familiar de los destinatarios en las acciones de Ripley Corp. Según la mujer, sólo existía una copia en poder de los hermanos, y su copia se le ha negado.
Además exige la exhibición de todos los antecedentes financieros desde 2010 a la fecha de Inversiones R Matriz Limitada; Inversiones International Funds S.A, Sociedad Grandes Inversiones V Limitada; Inversiones Vital y las sociedades de Desarrollos Inmobiliarios Imagina SpA y Dos SpA.
La exhibición de la carta fue acogida por el tribunal, citando a una audiencia que se concretará en los próximos días. Mientras que el segundo pedido no ha sido admitido por temas de forma y los abogados de la hermana Calderón han apelado dicha decisión.
SUS PALABRAS
“Nunca tuve conocimiento, ni se me informó, de la forma en que las empresas familiares estaban siendo administradas. En mi familia existía la creencia de que los hijos hombres debían hacerse cargo de los negocios, mientras que las mujeres –mi madre y yo- debían encargarse de la familia”, agrega en su escrito Verónica Calderón, representada por el abogado Juan Pablo Hermosilla.
“Mis hermanos defraudaron mi confianza. He actuado responsablemente, he optado por el camino más largo y serio, pedir información, la que ha sido negada en muchos casos, y entregada parcialmente en otros. Necesito, y tengo derecho a obtener la información que me permita comprender a cabalidad, cómo ocurrieron los hechos que terminaron diluyéndome en una sociedad en la cual tengo participación directa, esto es, inversiones Leonardo Da Vinci Limitada, sociedad controladora de Ripley Corp”, denuncia Verónica.
La hermana Calderón, quien en 2004 se fue a vivir a Estados Unidos en donde se radicó por más de nueve años junto a su marido y sus hijos, asegura que en ese periodo nunca recibió ningún tipo de información, ni por escrito, ni verbalmente, acerca del manejo que sus hermanos estaban haciendo de las sociedades.
“Cada vez que venía a Chile, mis hermanos me hacían llegar, a través de un mensajero, una serie de documentos que debía firmar”, señala.
“Esto fue un mecanismo creado por mis hermanos para apropiarse de parte considerable de mi participación en los negocios familiares. Uno de los principales indicios que demuestran la existencia de un mecanismo defraudatorio, es precisamente que el precio al que se ejecutó esa transacción fue groseramente inferior al de mercado”, detalla en su escrito.
“En definitiva, apropiarse de mis acciones, les costó a mis hermanos aproximadamente un décimo del valor que les habría significado adquirir dichas acciones en el mercado; mientras que para mí, implicó una disminución patrimonial avaluada, preliminarmente en la pérdida de decenas de millones de dólares”, denuncia la accionista minoritaria.
EL MECANISMO
Según el escrito presentado por Verónica Calderón en el año 2011, ella y sus hermanos en una primera operación solicitaron cada uno un préstamo a la banca nacional, ascendente a la suma de 10.583.985.491 pesos chilenos.
Cada uno inyectó dicho dinero en calidad de préstamos a la sociedad International Funds S.A, otra de las empresas controladoras de Ripley Corp. S.A. y del conjunto de empresas del grupo inmobiliario de la familia, en la cual cada uno de los hermanos Calderón Volochinsky tiene un cuarto de participación.
La operación se habría realizado para asegurar el control de la familia Calderón Volochinsky en la compañía.
En el escrito se acusa que dicha operación, habría sido instrumental para que los futuros demandados diluyeran la participación de Verónica Calderón en Inversiones Leonardo Da Vinci e indirectamente en Ripley Corp. S.A.
“Aun cuando parezca inverosímil, y pese a que los cuatro hermanos no nos habíamos endeudado en igualdad de condiciones, solo fueron mis hermanos –excluyéndome expresamente- quienes concurrieron a dicho aumento de capital”, remató.