El 2014 fue un año muy activo para San Fernando. A fin de convertirse en una transnacional de alimentos y dejar de depender de un commodity como el pollo, la firma de la familia Ikeda incursionó en cuatro nuevas categorías. Y hoy ya está viendo los frutos. Eliot Chahuán, su gerente general, evalúa estos proyectos y comenta los planes y metas a futuro. Uno de los grandes pasos de la empresa el año pasado fue la compra de 5Cina y su incursión en el mercado de comida preparada. ¿Cómo ha sido esta experiencia? Positiva. El buen recibimiento que ha tenido la marca ha llevado a que ampliemos el portafolio en menos de un año. Incluiremos cinco nuevas variedades con las que manejaremos once en total. Además, vamos a iniciar su exportación en el último trimestre del año. Estamos en todo el proceso para obtener los permisos. ¿Qué países tienen en la mira? Tenemos varios pedidos, pero comenzaremos con Chile y Colombia, a donde llegaremos con distribuidores y autoservicios este año. La idea es ingresar básicamente con platos peruanos. En una segunda etapa iremos a Venezuela y Estados Unidos. ¿La capacidad actual de su planta les va a permitir llevar adelante este proyecto?Sí. Entre finales del año pasado y este hemos invertido US$200 mil para ampliar nuestra planta en Chorrillos. El año pasado mencionaron sus intenciones de exportar sus enlatados de pollo. ¿Ese proyecto todavía sigue en pie? Lo estamos viendo. El mismo mercado nos lo pide, sobre todo las variedades peruanas. Es un ‘mix’ que queremos hacer.¿Hasta el momento cómo está caminando este negocio? Venimos avanzando a buen ritmo. El año pasado crecimos 100% frente al 2013. Estamos viendo sacar más productos este 2015. Algunos serán en la línea de trozados. Pero el éxito que vienen teniendo con este portafolio ha llamado a nuevos jugadores a la categoría como Redondos y A1. ¿Qué harán para hacer frente a la mayor competencia? Estamos acostumbrados a competir. El gran secreto es ofrecer productos de calidad e innovar constantemente. Esta creatividad y la preferencia del ama de casa nos van a ayudar a ganar el partido. Anunciaron su interés de contar con un parque industrial para el crecimiento de estos nuevos negocios y el desarrollo de otros. ¿Cómo va avanzando este proyecto? Lo estamos revisando. Hemos pensado instalar este centro en Huaral, ya que trabajar desde Lima es cada vez más complicado. Vamos a ver si solo será uno o varios, pues en estos casos el tema fitosanitario es muy sensible. Hacia finales de año debemos tener una idea más clara. Con un año complicado para la economía, tenemos que dar pasos seguros. ¿También se tomarán con calma el manejo del portafolio de fertilizantes? Esta es otra apuesta a futuro que está dando frutos. Hemos vendido 7.400 toneladas el año pasado, 80% más que el 2013. Hoy en día estamos trabajando para entrar en el proyecto Olmos y lanzar nuevos productos dirigidos a dar soluciones específicas a algunos cultivos como la uva. ¿Y qué planes tienen para su negocio de genética? La comercialización de genética de gallinas ponedoras nos ha permitido llegar a varios países de la región. Y ahora la internacionalización será más grande, ya que hemos logrado un acuerdo con COBB, una de las proveedoras más grandes del rubro, que llevará nuestros productos a los países en los que participa. ¿A dónde podrían llegar? Actualmente estamos en Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela. Con este acuerdo podríamos estar en países del Asia que están necesitando estos productos. ¿Cómo se están preparando para hacerle frente a esta nueva demanda? Estamos esperando consolidar las cifras con COBB para ampliar la capacidad de la planta en Bolivia. Vale decir que con la puesta en marcha de esta operación –que arrancó el 2014– nuestros pedidos crecieron en 20% en este país. Con todos estos proyectos, ¿a cuánto ascenderá el plan de inversiones de este año? A S/.50 millones. El grueso de este monto estará en el desarrollo de nuevos productos, infraestructura de cámara y modernización de equipos. Ya debemos estar en la mitad.
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