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Los programas de televisión hoy compiten con el Internet por cautivar la audiencia, que duda cabe. Y no estamos hablando de Estados Unidos, en donde todo mundo recibe la señal digital e interactúa con el televisor como si se tratara de una computadora, sino de Lima, Perú.
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Prueba de ello es que, según un estudio de Ipsos y Google, el 41% del tiempo que estamos viendo TV, también estamos usando otra pantalla, principalmente el smartphone. Y si lo duda mire a un adolescente como prefiere ver vídeos de YouTube en la tableta a intervalos de su serie de televisión favorita.
Esta revolución en la forma de consumir productos audiovisuales, sobre todo en las generaciones jóvenes acostumbradas a ver lo que les provoca cuando les provoca y repetirlo cuantas veces haga falta, afecta a la televisión tradicional. Eso no quiere decir que la TV se vaya a la quiebra o que vaya a desaparecer, sino que tiene un nuevo competidor que la obliga a reconvertirse para sacar el máximo provecho a las nuevas costumbres.
Los canales de televisión viven de la publicidad, que duda cabe. Y si bien los gastos en anuncios son aún mínimos en Youtube, sobre todo si los comparamos con los US$800 millones que mueve el sector tradicional, en términos de audiencias no se pueden quedar dormidos, porque hoy el consumidor dialoga, interactúa, responde al mensaje, opina y espera respuesta... y todo eso no lo puede hacer si no tiene un televisor digital.
Quien tiene un decodificador digital porque contrata televisión paga ya sabe que puede tener muchos detalles (a manera de texto) sobre el programa que está viendo y es capaz de cambiar el idioma y pausar la transmisión en vivo para repetir una escena si tiene un TV moderno. Todavía no hay costumbre de ordenar la compra de un producto en línea desde el TV, pero ya se ven vídeos de YouTube con el capitulo repetido de la novela a los pocos días de su emisión oficial. Eso sin considerar que hay quienes pagan la pensión del colegio mientras ven el noticiero desde la misma pantalla de tv.
¿Están los canales limeños caminando al ritmo que exige el mundo del Internet y sus nuevas costumbres? ¿Tenemos interacción del público en los programas locales usando el control remoto? Lamentamos informarles que no solo vamos un poquito rezagados, sino que al bajar la vara les estamos dando todo el tiempo del mundo para desperezarse sin prisa a los rezagados y así lo único que nos parece que se va a lograr es acrecentar la brecha entre el resto del mundo, el consumidor limeño y el provinciano.
El MTC acaba de bajar el acelerador a nuestros rezagados corredores y les ha dicho oigan, no hay problema, tómense todo el tiempo del mundo, tienen 5 años más para acostumbrarse y preparase para emitir señales digitales, no importa que las nuevas generaciones ya estén más pegadas al Internet y consuman la publicidad que los mantiene de otra manera. El fórmula 1, Internet, viaja a la velocidad de la luz y les lleva siglos de ventajas en evolución, pero no se preocupen, que no los presionamos, tienen 5 años más para dejar el ritmo caracol y entender la nueva forma de hacer TV rentable e interactiva. No se preocupen, que más da, el multitasking (empleo de varios dispositivos audiovisuales al mismo tiempo) es ya imperante y el celular reina en el consumo, pero no vamos a presionarlos por ser competitivos. Total... ¿el Perú no estuvo siempre acostumbrado a ir rezagado?