Melvin Escudero
CEO de El Dorado Investments
La inversión en acciones de empresas listadas en bolsas de valores es una de las alternativas de inversión con mayor riesgo que existen en cualquier portafolio, ya sea de un fondo de pensiones o de un ciudadano de a pie.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Sin embargo, este mayor riesgo (asociado a la volatilidad de precios de tales títulos, el grado de liquidez y el impacto del ciclo económico sobre el sector y la empresa misma) también viene acompañado por un mayor retorno en el largo plazo.
Es decir, en aquellas economías que experimentan altos niveles de crecimiento económico debería esperarse también que las empresas “procíclicas” (aquellas que se benefician de la mayor actividad económica) puedan tener mayores ventas y por tanto mejores flujos de caja y utilidades por acción. Lo inverso sucede cuando la economía tiene un ciclo de desaceleración, y peor aun si se presenta una recesión, lo que produce pérdidas significativas a las acciones en esos períodos.
Esta tendencia cíclica ha sido notoria en los mercados internacionales, especialmente luego de que los bancos centrales de los países desarrollados decidieron, en la era posterior a la gran recesión del 2008-2009, inundar los mercados con políticas monetarias no convencionales nunca antes vistas.
Estos importantes flujos evitaron situaciones de catástrofes financieras y han permitido que las empresas tengan acceso a financiamiento muy barato en un contexto de recuperación macroeconómica, lo que ha mejorado su situación financiera y las perspectivas de mayores utilidades.
Por ello, desde sus niveles mínimos las bolsas de dichas economías han tenido rendimientos en dólares espectaculares: EE.UU. (S&P500 ganó 219,7% acumulado y 17,1% anual) , Europa (EUROstoxx600 ganó 87,3% acumulado y 8,9% anual) y Japón (Nikkei225 ganó 118,6% y 11,2% anual). Cabe destacar que la semana pasada, a pesar de todo el ruido generado por el ‘brexit’, las bolsas estadounidenses batieron sus récords alcanzando sus más altos niveles históricos.
Este no ha sido el caso de los mercados emergentes, cuyos índices de acciones sufrieron mucho y generaron grandes pérdidas desde el 2011 hasta el 2016 (producto de la caída de los precios de materias primas, depreciaciones cambiarias, desaceleración económica y fuga de capitales). Sin embargo, desde enero la situación ha cambiado y parece que se tocó fondo y ya se está iniciando un rebote. Ahora tenemos importantes rendimientos en dólares de los mercados (Perú, 71%; Chile, 33%; Colombia, 43%; México, 15%; Brasil, 87% y China, 13%).
Si la recuperación económica de los mercados emergentes se concreta, las perspectivas de la inversión en acciones pueden mejorar muy significativamente, en especial para países como el Perú que tienen buenos fundamentos. Si el nuevo gobierno de PPK recupera el crecimiento del PBI superior al 5%, nuestra bolsa, recientemente ratificada como emergente, confirmaría el alza reciente y podría tener mayor potencial en el mediano plazo. Habrá que estar atento a las oportunidades.