- La tarjeta de crédito que apunta a ser neobanco: iO buscará captar al 10% del mercado centrándose en jóvenes
Estamos en julio y vienen las ofertas de las campañas de Fiestas Patrias. Aquí la tentación es muy grande: usar la tarjeta de crédito para comprar y disfrutar hoy distintos artículos como ropa, viajes, electrodomésticos y aquello que consideramos nos hace falta.
Pero luego vienen las preguntas para algunos dolorosas: ¿Cómo pagamos luego la tarjeta?, ¿partimos el pago total en cuotas?, ¿usamos algo de nuestros ahorros, si es que existen? ¿o nos seguimos endeudando hasta que la tarjeta “aguante”? Difícil decisión, sobre todo si los salarios son bajos o nuestro negocio no genera ingresos suficientes.
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Quizás un escenario más aterrador sería si fueran otros quienes usaran nuestra tarjeta de crédito, sin explicación y permiso, y luego tengamos que pagar esa deuda futura. Algo así pasa con el Presupuesto Público Nacional y el déficit fiscal.
De acuerdo con el último informe de la Encuesta de Presupuesto Abierto 2023, una evaluación independiente y comparativa sobre transparencia, vigilancia y participación en el presupuesto público que es desarrollada por el International Budget Partnership, cada dos años en más de 120 países, el Perú ha logrado una calificación de 71 puntos sobre 100 en transparencia presupuestaria pero tan solo 35 puntos en participación ciudadana.
¿Qué significa esto? Que, si bien existen grandes cantidades de información oficial disponible en Internet sobre el presupuesto público, la ciudadanía apenas conoce dicha información y son pocos los incentivos para participar en el diseño, aprobación e implementación del presupuesto.
La encuesta indica que el MEF ha cumplido con presentar la Guía de Orientación al Ciudadano del Presupuesto Público 2024, un documento que intenta explicar en lenguaje sencillo cómo se financia el Estado, qué bienes y servicios públicos se financiarán, cuánto se invertirá en salud o educación, en qué regiones se invertirá, entre otros, pero lo cierto es aun cuando la guía está disponible en Internet, son pocas las personas que conocen de su existencia y consultan la información. Y posiblemente a estas alturas del año, la información esté desfasada con la realidad.
Tenemos actualmente un MEF y un Congreso que promueven distintas iniciativas de gasto, incrementando el déficit fiscal y la deuda futura, y no se están emitiendo documentos o generando espacios que permitan explicar a la ciudadanía qué pasará en los próximos años.
A diferencia de una tarjeta de crédito personal, en donde cada mes recibimos un estado de cuenta de nuestra deuda, no existe un documento similar y de fácil comprensión para saber cómo nos estamos endeudando como país. En la encuesta, el Perú tiene 0/100 en la calificación de participación ciudadana en la implementación del presupuesto.
Con todo, es importante señalar algunos avances. La encuesta destaca los esfuerzos de la Contraloría General de la República por implementar espacios participativos de control como los monitores ciudadanos y los auditores juveniles, en donde las personas de manera voluntaria realizan acciones de vigilancia ciudadana. Así mismo, señala que el Perú es uno de los 39 países que cuenta con un Consejo Fiscal, un colegiado de expertos profesionales apolítico e independiente que genera alertas sobre el manejo presupuestal. Bien haría el MEF y el Congreso en escucharles.