Por: Alberto Goachet, socio y director general de marcas de Fahrenheit DDB
Esta es la época del año en la que me convierto en medio ‘grinch’. La Navidad me trae la ansiedad de las colas, el estrés del tráfico, el caos urbano que no puedo evadir, y la abrumadora presión publicitaria para ser feliz en la medida en que cumplas las expectativas de todos aquellos que esperan un regalo tuyo. De todos estos, el último es el que me quita más sueño.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Hay un ‘insight’ que se potencia en esta época: a diferencia de los hombres, las mujeres se toman en serio la misión de encontrar el mejor regalo. No paran hasta encontrar el detalle perfecto para cada nombre de la lista. Los hombres somos más prácticos. Compramos al por mayor. Tres hermanos, tres polos. Cuatro tías, cuatro cremas para la piel. Si fuera por nosotros, ¡panetón para todos! Listo. Te quiero. Feliz Navidad.
Pero no siempre es tan fácil. Pero el que me genera insomnio es el de mi esposa. Por dos razones: la primera es por lo importante que es en mi vida, mi “motor y motivo”, la que me ama “a pesar de todo” (siempre se lo digo). La segunda razón es porque siempre opaca mi regalo con el suyo, a pesar de que todas las Navidades intento revertir el resultado, claro está, sin éxito.
Pero la reflexión que quiero hacer un día antes del ritual de medianoche no es ese. Más bien es el incluir en nuestra lista de regalos al Perú, a nuestro país, en donde vivimos. Y de alguna manera esto me genera el mismo sentimiento que con mi esposa.
El Perú nos ha hecho grandes regalos en los últimos años. Nos ha dado estabilidad económica y, por ende, tranquilidad para hacer nuestros sueños realidad. En 10 años 9 millones de peruanos salieron de la pobreza y el ingreso promedio ha aumentado casi 40%. Tenemos la menor tasa de desempleo de la región (4,4%). A diferencia del pasado cuando buscábamos tener éxito a pesar de ser peruanos, hoy queremos tener éxito por ser peruanos.
Entonces, ¿qué le vamos a regalar al Perú esta Navidad? Le doy algunas ideas: si ves a una persona que quiere cruzar una calle, dale el paso. Si ves un carro que quiere cambiar de carril, déjalo. Si alguien te cede el paso, dale las gracias con una sonrisa. Si a un competidor tuyo le va bien, felicítalo, apláudelo. Si alguien no piensa igual que tú, respétalo. Si alguien mete la pata con algo que le encargaste, enséñale a mejorar. Si ves a alguien de mal humor, sonríele. Si un taxista te cobra una tarifa ridícula para llevarte a tu destino, dale más de lo que espera. Si hay una parroquia cerca de tu casa, averigua qué necesitan. Si tienes un amigo extranjero, invítalo a pasar Navidad en tu casa. Si encuentras una causa con la que puedas colaborar de manera permanente, comprométete y marca una diferencia. Si hay algo que siempre criticas, averigua cómo tú puedes ayudar a cambiarlo. Si hay alguien que nunca en la vida esperaría que le regales algo, sorpréndelo.
El Perú que queremos lo hacemos cada uno de nosotros, día a día, de manera genuina, desprendida, y honesta. Y con todo lo que nos ha dado nuestro país, aprovechemos para regalarle algo. Si lo hacemos todos, nos vamos a sentir muy bien. Como yo quiero sentirme cuando le dé el regalo a mi esposa. No perdamos la oportunidad de regalarle algo al Perú esta Navidad. Se lo merece.alberto