Muchas personas dudan sobre cómo manejar mejor su marca personal y su reputación profesional en el mundo digital, en las redes sociales e, incluso, en nuestros muchos grupos de WhatsApp. Comparto algunas ideas como repaso, y otras que ojalá nos inspiren hacia una versión más auténtica de nosotros mismos allí y en todos lados.
- Las redes no son ni están para tratar de impresionar a los demás. Cuando nos comunicamos con la verdad, son vitrinas que muestran quiénes somos en realidad.
- Las redes sirven para agregar valor a los demás. Eso es lo que hace que las personas estén atentas a nuestras publicaciones, las lean y las compartan.
- Si nuestro objetivo al usar las redes es lograr notoriedad o la admiración de los otros, lo más probable es que generemos rechazo o, a lo más, indiferencia.
- Es importante que las publicaciones que compartimos, ya sean artículos, comentarios o imágenes propias o de terceros, sean coherentes con nuestra reputación y objetivos.
- El tono de nuestras comunicaciones debe ser idealmente positivo y constructivo. Existen ya muchos troles y odiadores como para pasar a engrosar sus filas.
- El autobombo disfrazado de falsa humildad es percibido como tal con facilidad por los demás. Uno puede compartir éxitos y buenas noticias en redes, pero debe hacerlo con sencillez y sin arrogancia para no perder credibilidad ni caer pesado.
- Tratar de mostrar una imagen de nosotros mismos muy ‘construida’ o que no se ajusta a la realidad es contraproducente y genera desconfianza.
- La imagen es solamente el reflejo de nuestra verdad. Pretender ser lo que no somos genera disonancia y las redes son muy hábiles en detectarla, así como lo son en diferenciar lo real de lo falso.
- Publicar solo con el afán de generar ‘likes’, aparecer en ránkings o ganar más seguidores se hace evidente con facilidad y es un despropósito que muestra superficialidad. Eso mancha la marca personal e impacta en la reputación profesional a largo plazo.
- No podemos olvidar que somos uno y el mismo dentro y fuera de las redes, y con esos mismos valores e integridad debemos actuar. Las personas deciden primero qué piensan de nosotros antes de escuchar nuestro mensaje.
- La idea es expresarnos en las redes con la misma autenticidad con que lo hacemos en nuestra vida real. Lo verdadero no tiene que ser perfecto ni ideal.
- Solo la verdad, la transparencia y la humildad construyen confianza en el tiempo. La soberbia o la arrogancia espantan en redes y en persona.
- Por otro lado, la humildad fingida se siente manipuladora. Las redes y en general las personas son muy hábiles para detectar actitudes o personas falsas.
- Desaparecer o no estar presentes en las redes es hoy contraproducente. Las personas que quieren saber más de nosotros esperan encontrar esa información para saber quiénes somos en lo profesional y lo personal.
- Comunicarnos desde el corazón, con verdad, pasión y genuino entusiasmo, buscando que lo compartido sea beneficioso para los demás de alguna forma, es en esencia la mejor manera de interactuar en las redes y con los demás, dentro y fuera de ellas.