Las exportaciones peruanas habrían acumulado un retroceso de 14,9% entre enero y noviembre, tras caer un 14,6% en los envíos de productos tradicionales y un 9,1% en los no tradicionales, proyectó la Asociación de Exportadores (ÁDEX).Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Solo en noviembre, las exportaciones habrían descendido un 12,7% respecto a similar mes del año anterior, de acuerdo con las cifras preliminares divulgadas por la Sunat.
“Los resultados de noviembre no evidencian diferencias sustanciales respecto a meses anteriores pese a que se esperaba que la mayor producción de cobre y el incremento estacional de la oferta agrícola y pesquera ayudara a mejorar los resultados del año”, apuntó el gremio exportador.
Los mayores volúmenes de envíos de cobre y zinc, estimó ÁDEX, fueron sobrepasados de forma negativa por la caída de los precios internacionales de estos metales. El mismo escenario se repitió con la anchoveta. Pese a incrementar en 4% los volúmenes de envíos, su precio bajó en 9% en el mundo.
En tanto, las exportaciones manufactureras continúan con números en rojo, mientras que la agroexportación -que avanzó un modesto 3,6% en noviembre- es uno de los pocos sectores que lograron crecer.
“Las estadísticas no revelan la más mínima señal de que las exportaciones hayan tocado fondo y que ya debemos empezar a crecer. Más aún el panorama se complica con las condiciones actuales, en que se tiene un comercio internacional estancado, un entorno nacional menos competitivo y un ambiente político concentrado en las elecciones presidenciales”, señaló ÁDEX.
Para el gremio empresarial, no hay elementos sólidos que les permitan creer que en el 2016 se recobrará el crecimiento exportador. Ello, consideraron, por los sobrecostos logísticos, los procesos de fiscalización tributarios y laborales arbitrarios, el aumento de los costos administrativos y las trabas de entre 10 y 15 instituciones públicas.
“También sufre el retraso en la rebaja del precio de los combustibles y el alza de las tarifas eléctricas y, por si todo esto fuera poco, se ve afectado por una moneda cuyo valor está retrasado respecto de las monedas de nuestros competidores”, anotó.