Terminar el 2011 –a cinco meses de su primer año de gestión– con dos puntos menos de crecimiento [de 8,5% a 6,5%] fue quizá la primera clarinada de alerta para el gobierno del presidente Ollanta Humala. Así, no pasó mucho tiempo para que –en junio del 2012– sus ministros de Economía y Comercio Exterior, Luis Miguel Castilla y José Silva respectivamente, oficializaran 12 medidas encaminadas a impulsar las exportaciones, el sector más golpeado por el entorno internacional desfavorable.
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Dos años después, nuestras colocaciones en el exterior siguen cayendo y los exportadores, agrupados en ÁDEX, insisten en que los sobrecostos han sido los principales responsables de su pérdida de competitividad y de los magros resultados.
También en el 2012 el Congreso delegó al Ejecutivo la facultad de legislar en materia tributaria y aduanera para mejorar la competitividad del país y elevar los niveles de recaudación. ¿Los resultados? En el 2013, la presión tributaria fue similar a la de un año antes y cerró en 16,5% (año base 2007). Y en el marco macroeconómico multianual 2015– 2017, las proyecciones para los tres años siguientes siguen en 16,4% para todos los casos. Sin embargo, según la Sunat, este año sería de 17% y se podría llegar a 18% en este Gobierno. INVERSIÓN SIN SALIDAEn el 2013, la historia no fue distinta. Los resultados tampoco acompañaron al Gobierno y el PBI –que en el 2013 creció 0,5 puntos porcentuales menos– siguió con la tendencia a la baja y pasó de 6% a solo 5,6%.
El año pasado fueron tres los paquetes anunciados por Humala y su Gabinete. El primero, en mayo, apuntaba a consolidar las inversiones en el país con medidas orientadas a optimizar procedimientos en el sector público y a eliminar trabas. Un mes después, el titular del MEF, Luis Miguel Castilla, presentaba un nuevo paquete para incentivar la economía, con un claro enfoque en favor de las microempresas, pequeñas y medianas empresas. Pero pensado también en promover las inversiones e impulsar el desarrollo productivo del país.
Adicionalmente, en agosto anunciaba la puesta en marcha de una serie de medidas de política contracíclica para enfrentar la desaceleración económica. En ninguno de los casos las medidas dieron resultado. La inversión pasó de crecer 15,6% en promedio entre el 2010 y 2012 a 3,9% en el 2013. Para este año, el BCP proyecta un tímido 3,3%. Además, en agosto el propio MEF revisará a la baja la proyección de 5,7% que tenía para el 2014, crecimiento que según cálculos menos optimistas –como los del Banco Mundial– podría cerrar en 4%.
LAS REFORMASEquipo de seguimiento. La unidad creada por el MEF para hacer el seguimiento a la inversión no ha dado mayores luces de los planes de ejecución que ayudó a destrabar. Inversión pública. Las últimas medidas de estímulo económico dictadas en agosto del 2013 tenían dos ejes centrales: mayor inversión pública y menores encajes bancarios.