Las acciones europeas registraron su mayor caída diaria en 19 meses, golpeadas por la posibilidad de un menor estímulo monetario en Estados Unidos y nuevas señales de un débil crecimiento económico en China.
El índice FTSEurofirst 300 de las principales acciones europeas cayó un 3,1% a 1.143,99 puntos después de que la Reserva Federal de EE.UU. anunciara en la tarde del miércoles que un crecimiento más fuerte de Estados Unidos significa que la FED posiblemente reducirá el ritmo de su programa de compra de activos este año y que podría cancelarlo a mediados del 2014.
El programa de alivio cuantitativo de la Fed, junto con medidas similares de lo bancos centrales globales, ha ayudado a impulsar una remontada de un 20% en las acciones europeas en el último año, a pesar de una contracción de la economía doméstica y menores expectativas de ganancias.
El descenso del jueves, la mayor caída desde noviembre de 2011, solo vio a 17 de las 601 acciones en el índice STOXX Europe 600 anotando ganancias, mientras que todos los índices sectoriales cerraron en territorio negativo.
RESULTADOS NEGATIVOS En Londres, el FSTE-100 de los principales valores perdió 2,98% al cierre a 6.159,51 puntos.
En París, el CAC 40 se desplomó 3,66% y pasó por debajo de los 3.700 puntos, a 3.698,93 puntos.
En Fráncfort el Dax se desprendió de 3,28% a 7.928,28 puntos y en Madrid el Ibex-35 cerró perdiendo 3,41%, por debajo del umbral simbólico de 8.000 puntos, a 7.822,1 puntos.
En Milán el FTSE Mib perdió 3,09% a 15.549 puntos mientras que Lisboa perdió 3,41%, lastrada por los valores financieros.
POR SECTORES Las acciones de las empresas de servicios financieros y de los bancos, que son altamente sensibles a las tendencias en los mercados globales y han estado entre las que registraron las mayores ganancias durante el último año, perdieron ambas un 3,6% ya que los bonos y acciones globales cayeron.
Los papeles de las mineras, automotrices y empresas de bienes de consumo terminaron con una baja de entre un 3,9% y un 4,3% por datos que mostraron que la actividad fabril en China, principal consumidor mundial de metales y cliente clave para los exportadores europeos, apuntaba a una desaceleración más marcada en el segundo trimestre.