Los practicantes preprofesionales y los profesionales menores de 25 años –que laboran bajo el régimen de modalidades formativas– podrían tener los mismos beneficios laborales que los trabajadores bajo el régimen laboral general. Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
De esta forma, los practicantes gozarían de gratificaciones, compensación por tiempo de servicios (CTS), vacaciones de treinta días y la posibilidad de formar parte de un sindicato, detalla Brian Ávalos, abogado de Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados.
“El proyecto peca al poner mayor carga económica a la empresa, se vuelve más rígido este sistema [...] Se desincentivará el uso de las modalidades formativas”, opina el experto.
El régimen actual establece que no se puede pagar menos que una remuneración mínima vital a los practicantes, que se les paga una subvención adicional cada seis meses y sus vacaciones son de 15 días al año. “Es un régimen especial, para que las empresas contraten a los jóvenes”, explica Ávalos.
—En cifras—El grupo parlamentario señala que el 32% de la población juvenil tiene una contratación laboral formal, comenta el laboralista. “Esto justamente demuestra que si se vuelve más rígido, es evidente que va a haber mayor informalidad”, añade.