Las diferencias entre hombres y mujeres en el mercado laboral continúan siendo un reto global. El Banco Mundial señaló, en uno de sus últimos informes, que la desigualdad de género es perjudicial para las empresas, porque limita su productividad y está asociada directamente a niveles más bajos de ventas.
La participación de las mujeres en el mundo laboral no solo es crucial para alcanzar un mundo más inclusivo, sino también para construir economías más resilientes y sostenibles. Aquí te contamos 9 historias de valientes mujeres, para quiénes la maternidad jamás fue un obstáculo sino un impulso y a diario se abren paso en el mundo laboral, buscando acortar la brecha de género que no solo persiste en América Latina, sino que se ha agudizado como consecuencia de la pandemia, donde más de 4 millones de mujeres aún no recuperan los puestos de trabajo que perdieron durante la crisis sanitaria, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Elena Conterno
Elena Conterno es Presidenta de IPAE Asociación Empresarial, es economista de profesión y ha sido Ministra de la Producción y Presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería. Siempre ha buscado combinar sus roles profesionales con la maternidad y durante la pandemia ha sido un reto especialmente difícil.
“El principal reto ha sido desconectarme del trabajo; es decir, dejar de trabajar, para estar con la familia y tener toda la atención en mi esposo e hijos. Ahora en la modalidad híbrida, esto seguirá siendo un reto. Hay que fijarse horarios y cumplirlos.”
Elena nos cuenta que mucho de lo que aplica en su día a día como ejecutiva y en casa es enseñanza de su madre: “Vivir con valores fue algo que siempre impulsó mi madre: buscar hacer lo correcto, como persona, como trabajadora, como autoridad. Es algo que busco inculcar a mis hijos y también en las organizaciones que he tenido la oportunidad de dirigir.” Elena siempre recuerda la frase que le repetía su madre: “Habla, habla que algo queda”. “En la crianza a veces uno cree que los hijos no escuchan, pero luego te sorprenden porque sí lo estaban haciendo, y ¡atentamente! Lo mismo se aplica a las políticas públicas; ahora mismo uno siente que los políticos no escuchan el llamado ciudadano y de la sociedad civil por un giro hacia una política decente que anteponga los intereses ciudadanos. Pero seguiremos hablando, haciendo escuchar nuestra voz, con la esperanza de que sí estén escuchando.”
Olga Horna
Olga Horna es Gerente General de la Universidad Norbert Wiener y madre de una hija. Su vida cambió totalmente durante la pandemia y el proceso de adaptación al trabajo remoto. “Definitivamente, como equipo de trabajo, la falta de interacción directa con los colaboradores fue un reto que nos llevó a adaptarnos, y para ello recurrimos a la tecnología. Hoy, mi balance es que ha sido un enorme aprendizaje que nos permite, en el retorno gradual a la presencialidad, mostrar una mentalidad más abierta, plenamente receptiva a los recursos de la tecnología, con mayor autorregulación y orden, todo en beneficio de nuestros hogares y nuestra familia académica: nuestros docentes y estudiantes.”
Aún con las dificultades de ser madre y ser líder de toda una institución, resalta los logros obtenidos: “Una mirada rápida al contexto nos devuelve la imagen de los enormes avances de la participación de la mujer en el liderazgo académico y empresarial. De hecho, en Wiener ocupamos, según el ranking de América Economía, el primer puesto en mujeres docentes a tiempo completo y el segundo lugar en mujeres en gobierno corporativo. Esto es evidencia de que nuestra capacidad es infinita, y que se trata de oportunidades más que de leyes o disposiciones: una evaluación de capacidades, sin prejuicios ni preferencias, es la clave para un trato justo e igualitario.”
Aunque confiesa que nunca tuvo un trato desigual o discriminatorio cuando informó que sería mamá, es consciente de que duplica esfuerzos cada día de su vida.
“No puedo negar que para quienes somos mamás trabajadoras sería mucho mejor si el día tuviera el doble de horas. Por ello, desde mi posición gerencial, saludo y reconozco el valor de las colaboradoras que administran su tiempo y desarrollan sus facetas profesionales y personales, como madres, de forma admirable.”
Julie Beteta
Julie Beteta es Directora adjunta de Personas y Organización de MAPFRE Perú. Es también mamá de una niña de 9 años. Para su pequeña era difícil entender que su mamá tenía responsabilidades laborales incluso cuando la podía ver en casa por el trabajo remoto que impuso la pandemia.
“Mi hijita siempre quería hablar conmigo y a veces interrumpía mis reuniones. Lo importante es que siempre he contado con la comprensión de mi equipo y mi familia para ordenar mis tiempos. Poner límites, horarios y orden es vital. Además de asumir tareas en casa que es un trabajo muy fuerte y no remunerado.”
Con la vuelta a la presencialidad los retos serán otros pero sin duda Julie es consciente de que las mujeres en el mundo corporativo tienen muchas veces la cancha inclinada y es por eso un compromiso cambiar las condiciones. “Estamos avanzando. Cada día hay más mujeres dispuestas a asumir y seguir creciendo profesionalmente. En MAPFRE trabajamos mucho por buscar ese equilibrio, contamos con programas formativos y medimos los avances. Aún tenemos trabajo por hacer, pero nuestro compromiso es firme y la participación de las colaboradoras es cada vez más activa”.
Su experiencia al inicio de la maternidad fue una primera señal de que las cosas iban por buen camino: “No tuve ningún problema, por el contrario, fue una inmensa alegría para todos. Hace 9 años me ofrecieron trabajar en casa y las palabras del gerente general en ese entonces fueron “Si tienes que descansar los 9 meses y trabajar desde casa, acá siempre vas a tener tu puesto”.
Paula Riveros
Paula Riveros es Regional Product Marketeer Digital Products, South LatAm en Signify y mamá de tres niños que tienen edades que cubren la adolescencia y la infancia en pleno. Aunque en la empresa trabajaban el concepto de movilidad desde mucho antes de la Pandemia, la cuarentena era un desafío inesperado.
“Estar todo el día intentando tener reuniones y buscando espacios de concentración se hizo muy difícil con los niños todo el día en casa. Y lo más difícil es que ellos también necesitaban de nuestra atención.”
Paula aprendió a convertir su hogar en una oficina y que sus compañeros de trabajo conozcan también un poco de su dinámica familiar. Hoy el regreso a la presencialidad implica nuevos retos para las madres ejecutivas: “Personalmente me gusta estar con el equipo en las oficinas, pero también ahora que los niños van al colegio y tienen jornadas más extendidas me ha gustado el poder estar en casa cuando llegan, y así poder saber de su día cuando aún no olvidan todo lo que les pasó, son cosas que valoro muchísimo no perderme.”
En Signify hay una política específica para fomentar la inclusión y la diversidad, pero son conscientes de que es una lucha mucho más grande: “Existe un objetivo a nivel del Management Global de Signify para aumentar la dotación de mujeres en roles estratégicos en los siguientes años, entendiendo que esta diversidad es necesaria para ambientes laborales más creativos. Sin embargo el rol de madres muchas veces puede influenciar en la asignación de estas posiciones, y creo para poder eliminar o al menos reducir este sesgo debemos abordarlo por 2 flancos; por un lado la empresa debe otorgar la posibilidad de poder compatibilizar nuestro rol de madres con nuestra responsabilidad laboral, tenemos que ir al doctor con ellos en horarios extraños, tenemos que asistir a reuniones en el colegio a las 11 de la mañana, necesitamos apoyarlos con su desarrollo académico”
Paula sabe que también es importante trabajar en la forma de ser y pensar de todo el entorno para que no sea labor solo de las mujeres el cuidado de los niños. “A mí me gustaría mencionar que agradezco enormemente el marido que tengo, somos un equipo y en parte lo que he logrado le debo mucho a su involucramiento con los niños y con la casa, por ejemplo, si tengo un viaje a China por 1 semana no tiene problemas en quedarse sólo con el buque” Su experiencia en la empresa ha sido un continuo aprendizaje de lo que se puede lograr cuando se trabaja en reducir las brechas de género: “Recuerdo con uno de mis embarazos en que me ascendieron cuando estaba de licencia y asumí el nuevo desafío cuando volví de los 6 meses de post-natal.
También recuerdo una oportunidad en que había un viaje importante a China, pero mi bebé tenía 5 meses y estaba con lactancia exclusiva, me preguntaron si podía viajar a lo que yo luego de una conversación familiar respondí que por supuesto, me encanta participar de esas instancias, y así fue que dejé el refrigerador lleno de leche congelada y me fui.”
Olga del Río Hanza
Olga del Río Hanza es Vicepresidenta de la compañía Hytera Perú. Tiene tres hijos, uno de ellos con habilidades especiales. El reto de ser una alta ejecutiva durante la pandemia y su rol de madre y labores de cuidado, sin duda, fue enorme. “Lo más complejo, era pensar en lo difícil que sería convertir el hogar en la nueva oficina. Si bien mis hijos son mayores e independientes, uno de ellos actualmente se encuentra bajo mi cuidado. Al ser una persona con capacidades especiales, la preocupación de que pudiera tener una crisis y no poder atender el trabajo era latente.”
Sin embargo, lo que parecía ser una situación muy dura, terminó siendo una oportunidad para madre e hijo: “Él se convirtió en mi compañerito de trabajo. Se sentaba a mi lado mientras trabajaba y convirtió el desafío en una experiencia gratificante para ambos. Por otro lado, mis otros dos hijos también estuvieron más presentes, lo que fortaleció aún más a la familia.” Esa energía la motivó también a tomar acciones para mejorar las experiencias de sus colaboradores.
“Durante la virtualidad, se implementaron medidas que permitían mejor la cercanía con los colegas, a los cuales trato como si fueran mis hijos. Ahora que todos regresan a sus oficinas, es la mejor oportunidad para aprovechar en reencontrarse con los amigos del trabajo y retomar ese compartir.”
Para Olga ser una alta ejecutiva en una empresa y ser madre ha fluído de una manera que quizás no se imaginaba: “Ser madre trabajadora es una experiencia única y maravillosa. Es un reto que se convierte finalmente en parte de la trayectoria de uno y que, finalmente, uno luego transmite a sus hijos. En ese sentido, nuestro rol como mujer y madre trabajadora es importante para el ámbito corporativo. Puedo afirmar que en la sociedad aún falta mucho por trabajar y afianzar, en torno a mejores políticas, pero progresivamente se está avanzando.”
Finalmente reflexiona sobre las oportunidades para las mujeres en el mundo corporativo:” Creo que nuestro potencial debe ser analizado de mejor manera por el mundo corporativo, e ir cambiando el chip y los prejuicios sobre las mujeres, más cuando esta se encuentra gestando. Es otra lucha que la mujer peruana poco a poco gana terreno.”
Claudia Bustamante
Claudia Bustamante es Gerente de Relación con Inversionistas de Pacasmayo. Tiene 3 hijos de 2, 6 y 8 años, es la única mujer en casa. Cuando la pandemia irrumpió en sus vidas, su hijo menor acababa de nacer: “En marzo del 2020 yo tenía un bebé de menos de 1 mes y 2 niños más, de 3 y 5 años. Me atrevería a decir que sobrevivir esos primeros meses es de los retos más complejos que me ha tocado afrontar como mamá.
Pero como todo gran reto, lograrlo fue muy gratificante.” Aunque ha podido hacer su camino como una exitosa ejecutiva en el mundo empresarial es muy consciente de que falta mucho camino por recorrer: “La discriminación puede no ser tan evidente como antes, pero aún existe de forma más sutil, como en preferir darle una oportunidad a un hombre pensando en que será “difícil” para alguien que es madre. A las madres que tenemos un trabajo adicional nos toca dividirnos y tomar decisiones en cada instante, y creo que esa habilidad es muy valiosa en el plano laboral también.”
Su experiencia en Pacasmayo la ha ayudado a agradecer y ser parte de la lucha por hacer de la vida laboral un espacio más justo para las mujeres también:
“Yo entré a trabajar unos meses después de casarme y nunca dejaré de estar agradecida, tanto por la oportunidad que se me presentó de unirme a esta maravillosa empresa. No solo una, sino las tres veces que le conté a mi jefe que estaba embarazada no recibí más que apoyo.”
Claudia además se siente muy orgullosa de hacerse espacio en un mundo predominantemente masculino dentro de las empresas extractivas.
Talía Barrrios
Talía Barrrios es Gerente de Marketing de Real Plaza. Tiene dos hijos pequeños de 3 y 5 años. Cuando la pandemia llegó al Perú ella empezaba en el reto de asumir una gerencia:
“El mayor reto bajo el trabajo remoto fue llegar a una nueva empresa como Real Plaza, donde asumí el reto de liderar un equipo de forma 100% virtual. En un inicio, mi temor era no llegar a conectar con ellos. A eso, se sumaba las responsabilidades en casa con el tema del home school de mis dos niños.” Orgullosa de haber sacado adelante el reto, reconoce que aún falta mucho por hacer en cuanto a la brecha de género:
“Definitivamente se ha avanzado al respecto, sin embargo, hay mucho por hacer aún para visibilizar que las mamás pueden estar también en el mundo corporativo sin que se cuestione o ponga en duda su capacidad para manejar su hogar y, al mismo tiempo, liderar un equipo con éxito.”
La maternidad no significó para ella dificultades laborales, pero es consciente que en muchas empresas aún es considerado un problema:
“Es una realidad que sí hay empresas que limitan el crecimiento profesional de las mamás por esta idea errónea de que no puedan cumplir con sus responsabilidades. Por ello, aún hay mucho que trabajar en conjunto y como sociedad para lograr esa igualdad y erradicar de una vez por todas esos comportamientos y maneras de pensar.”
Lorena Martínez
Lorena Martínez es Sub Gerente de Gestión Comercial Retail de la empresa Acceso Crediticio, para ella la llegada de la pandemia y continuar su trabajo de forma remota fue todo un desafío que le permitió demostrar su gran capacidad para resolver problemas.
“Organizar los tiempos familiares y de trabajo, hacer todo en un mismo espacio, fue difícil mantener un equilibrio entre ambas actividades. Y ahora que regresamos a la presencialidad creo que el mayor reto ha sido tener que cambiar la estrategia de supervisión al equipo de trabajo”.
Lorena cree firmemente en la paridad y en que hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades para demostrar la calidad de su labor, sin importar el género, “Trabajo en Acceso poco más de 10 años y tuve un gran equipo clave de trabajo en los primeros 5 años, dentro del mismo habían más mujeres que varones y la mayoría de ellas actualmente continúan en diferentes áreas laborales brindando todo su compromiso de siempre y creo que están agradecidas con Acceso cada día por la oportunidad de crecimiento que brinda”.
Como líder de equipo y madre de un niño que, actualmente tiene 6 años, Lorena tiene claro que no permitiría ningún tipo de discriminación ni para ella, ni para alguna mujer por su condición de madre, dentro del entorno laboral. Por eso se siente orgullosa y tranquila trabajando, más de una década, para Acceso. “Jamás he sentido que he sufrido algún tipo de discriminación en la empresa con mi superior, me considero bastante afortunada por ello, siempre, desde que tuve a mi hijo Santiago, me ha dado todo el apoyo que necesito en diversas oportunidades.”
Cecilia Zevallos
Cecilia Zevallos es gerenta de Gestión Educativa de Innova Schools, hizo su maestría en Integración e Innovación Educativa de las TIC por la PUCP y también una en Gestión de la Educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Inmersa en el mundo de la educación jamás se imaginó que le tocaría convertir su casa en oficina y aula de clases durante la pandemia.
“El mayor reto del trabajo remoto fue poner límites, porque como todo era dentro de los mismos ambientes, creo que a todos nos costó volver a identificar cuáles eran los tiempos laborales y cuáles eran los tiempos familiares. Y de cara al retorno de la presencialidad, lo más difícil fue volver al tráfico de Lima.”
Cecilia sabe que el tiempo para una madre ejecutiva es lo más valioso de cada día, pero también que con esfuerzo y disciplina se logra conjugar cada rol: “Las mujeres en los últimos años hemos logrado demostrar que podemos conjugar, tanto nuestro rol de madres como nuestro rol profesional y hemos logrado alcanzar puestos que, anteriormente, eran dominantemente ocupados por el sexo masculino. Sin embargo, creo que todavía hay un trabajo pendiente en nuestro país, que tiene que ver principalmente con eliminar ciertos sesgos.”
Cuando supo que sería mamá estaba en otra empresa y su experiencia fue compleja: “No me tocó tener un embarazo sencillo la primera vez. Y era evidente la molestia que sentía mi empleador porque tenía que pedir permiso, porque a veces me ausentaba. No me ampliaron el contrato y cuando aún estaba en periodo de lactancia. Es muy diferente en Innova Schools, respetamos todos los derechos de las madres gestantes, de las madres lactantes. Nos sentimos felices de apoyar el surgimiento de la vida y que esta vida llegue en las mejores condiciones para la mamá y también para el papá, porque ahora ellos también tienen días de licencia.” Cecilia pudo hacer de su experiencia como trabajadora un crecimiento hoy en su rol de gerente.
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