ÉLIDA VERA CÓRDOVA
A escasos diez días para que la Corte Internacional de Justicia de La Haya emita el fallo que pondrá punto final al diferendo marítimo entre el Perú y Chile, un grupo de empresarios peruanos y chilenos descartó que el futuro de las relaciones económicas y comerciales entre ambas naciones se vea afectado.
Agrupados en el Capítulo Peruano del Consejo Empresarial Chileno Peruano (CECHP), destacados hombres de negocios como Mario Brescia Moreyra, del Grupo Breca; Emilio Rodríguez Larraín, de LAN Perú; y José Graña Miró Quesada, de Graña y Montero (GyM) coincidieron en afirmar que la sentencia del lunes 27 de enero, independientemente del país que resulte favorecido, no impactará de manera negativa en el intercambio bidireccional de inversiones entre ambos países.
“Entre el Perú y Chile existe una relación solidaria y armoniosa, además de un gran futuro por delante. Ambos países somos más valiosos trabajando en conjunto porque nos complementamos. Mantenemos muy buenas relaciones que no serán afectadas por el fallo de la corte de La Haya, porque tenemos modelos económicos similares e intereses comunes”, sostuvo Mario Brescia.
OPTIMISMO A TOPE
Y aunque Rodríguez Larraín también vislumbra un panorama muy positivo después de la sentencia –a pesar del malestar que se podría generar en los ciudadanos de la parte que resulte desfavorecida– hace un llamado a la cordura para evitar que “ciertos políticos traten de utilizar políticamente el resultado”.
Sobre lo que podría pasar en el futuro, José Graña, presidente del directorio de GyM, confía en que, luego de la decisión de la corte, las relaciones entre ambas economías “mejorarán notablemente, al desaparecer el diferendo actual”.
CONTRAPARTE ALIADA
Jorge Más, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción, refiere: “Terminado el proceso, las relaciones entre los dos países mejorarán porque el ánimo de los inversionistas chilenos no ha cambiado y el interés en desarrollar negocios sigue igual”.
Según Ricardo Lessmann, presidente y CEO del grupo Gildemeister, el fallo debería ser el punto de partida para un mayor acercamiento comercial y económico.
“Si ambos gobiernos actúan con prudencia y cumplen el compromiso de respetar el veredicto, no creo que el clima de negocios se vea afectado. Independientemente de La Haya, el futuro de ambos países está ligado el uno al otro porque son más las coincidencias que los puntos de desencuentro”, dijo.
De la misma opinión es Juan Eduardo Errázuriz, presidente del Capítulo Chileno del CECHP. “El fallo es un hito histórico y nos abre la oportunidad de avanzar juntos en una nueva etapa de cooperación para seguir potenciando y profundizando la relación entre ambas naciones. Como empresarios, nuestro compromiso es mirar hacia adelante y apoyar el desarrollo conjunto de nuestros países”, expresa.