Luis Diaz Olivero, CEO de Graña y Montero (G&M), ha salido a hacer frente a la decisión de la Bolsa de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés) de congelar las acciones de la compañía e iniciar el proceso para su deslistado de ese mercado.
El CEO de G&M explicó que no están siendo deslistados todavía y que la situación se debe al retraso en la presentación anual del F-20, el formulario que acompaña los estados financieros auditados de 2015 y 2017 en la Bolsa de Nueva York, por retrasos en la auditoría.
En esa línea aseguró que apelarán la decisión de la NYSE dentro de los 10 días hábiles correspondientes. Tras ello habrá un plazo de 25 días en los que la NYSE deberá decidir.
El proceso de apelación consiste en presentar un plan de remediación, en el cual la empresa se comprometes con un cronograma y se regulariza la situación por lo que el proceso de apelación debería ser automático y la empresa estima que debería estar volviendo a cotizar en Wall Street el primer día hábil de julio.
“Por las dificultades que hemos tenido al volver a procesar la auditoría de los estados financieros del 2015 [necesaria según la regulación de EE.UU.], terminamos postergando la entrega de los del 2017”, explicó en un conference call con inversionistas.“No estamos siendo deslistados. Lo que hay es una situación administrativa. El motivo de apelación del deslistado es administrativo y se ejecuta ni bien se presenta la información. Curada la falla administrativa, ya no hay razón para deslistar”, agregó.