El empleo adecuado creció a 6,4% en Lima Metropolitana durante el trimestre móvil julio - setiembre, en comparación a similar periodo del año anterior, reportó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
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Esto significó que 3 millones 48 mil limeños ocuparan un puesto de trabajo adecuado en el periodo analizado, un incremento de 184.500 personas frente al mismo trimestre del año anterior.
Por su parte, la población subempleada ascendió a 170.400 personas, una disminución de 9,8% en el trimestre evaluado.
En cambio, el desempleo en la capital se ubicó en 5,6% en el trimestre de julio a setiembre del presente año, una disminución de solo 0,3 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior.
Así, en cifras absolutas, 274.400 limeños buscaron empleo activamente en ese periodo.
MÁS MUJERES ADECUADAMENTE EMPLEADAS
Del total de población adecuadamente empleada, el segmento femenino creció en 8,7%, con más de 1,063 millones de mujeres correctamente colocadas laboralmente. En cambio, la población masculina subió en 5,3%, es decir, alcanzó al 1,985 millón de hombres con un empleo adecuado. Por su parte, los trabajadores del segmento dependiente fue el que más personal sumó en este periodo. Así, creció en 8,9% mientras que el sector independiente progresó en 0,8%.
De esta forma, el 69% de los limeños -unos 3,048 millones de personas- forman parte de la masa laboral dependiente, mientras que el 31% -iguales a 881 mil trabajadores- son independientes a la fecha.
AUMENTAN LOS TRABAJADORES CON EDUCACIÓN SUPERIOR Además, alrededor de 153 mil personas con educación superior -universitaria y no universitaria- obtuvieron un empleo adecuado en el trimestre de julio a setiembre, igual a un 11,1%.
En tanto, 26.600 habitantes con educación secundaria (2,1%) obtuvieron un empleo adecuado, mientras que 5 mil ciudadanos con nivel educativo primario (2,6) se sumaron a la fuerza laboral limeña.
En esa línea, el ingreso promedio mensual de un colaborador con instrucción universitaria también se vio favorecido. La remuneración fue 1,7 más alta que la de un trabajador con educación no universitaria, 2,2 veces más que el de una persona con educación secundaria y 2,7 veces más que el de un habitante con educación primaria.