El mercado financiero peruano presenta en estos momentos condiciones favorables para apoyar la concesión de proyectos de infraestructura, pero las empresas no lo están aprovechando debido al escenario de incertidumbre política que vive el país, afirmó Javier Balbín, gerente general adjunto del BBVA Perú, en el foro “Perú: Gestión Pública e Infraestructura 2019” que organizó este jueves, El Comercio y El Dorado Investment.
Balbín enumeró la serie de condiciones ventajosas que hoy están presentes en el mercado financiero: Bajas tasas de interés, plazos amplios, alta liquidez, apetito de los bancos por financiar proyectos y un mercado internacional gustoso papeles peruanos. “Si hay un momento para iniciar un proyecto, este es muy bueno”, aseguró el ejecutivo del BBVA Perú.
Y sin embargo, no habría quienes puedan aprovechar estas condiciones ventajosas. “Nuestra gran preocupación actual es que faltan proyectos para financiar (...) y se debe a la incertidumbre política”, señaló; y lamentó que las perspectivas de recuperación no sean las mejores.
Balbín comentó a los altos ejecutivos de empresas que asistieron al foro de El Comercio y El Dorado Investment que existe una relación muy clara entre la confianza empresarial y la inversión privada. Así, en el Perú, cuando la confianza cae en zona pesimista, a los tres meses la inversión disminuye. Hoy, estamos en zona pesimista, agregó.
En cuanto al efecto de la incertidumbre política sobre las decisiones del BBVA Perú, Balbín dijo que la entidad no ha sobre reaccionado: “No hemos revisado el riesgo, no estamos pidiendo más garantías. Apostamos por el Perú”, enfatizó.
SECTOR PÚBLICO
Respecto a la cantidad de proyectos de infraestructura que el sector público impulsa, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, aseguró que el Plan Nacional de Infraestructura prioriza la realización de 52 proyectos por casi S/100.000 millones, aunque no hay muchas iniciativas nuevas que vayan a empezar a ejecutarse en los próximos meses.
Para acelerar la materialización del plan, Oliva anunció que el Gobierno está reviviendo un equipo de seguimiento que trabaje en el destrabe de los proyectos. Además, impulsará el uso de las metodologías que dieron resultado en la construcción de los complejos deportivos utilizados en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019, como los contratos NEC, el contar con gerentes de proyectos PMO y la construcción con tecnología BIM.
Por su parte, el director ejecutivo de ProInversión, Alberto Ñecco, señaló que su entidad promociona una cartera de US$9.211 millones para el período 2019-2022, aunque admitió que buena parte de esas iniciativas están recién en etapa de formulación (es decir, que muy probablemente no se logren entregar al sector privado antes de tres años).
Ñecco explicó que el Perú está atravesando un bache, debido a los casos de corrupción en el sector infraestructura y la incertidumbre política, que ha ralentizado la inversión, pero del que espera salgamos el próximo año.
Para acelerar ese proceso, ProInversión está recomendando que los ministerios mejoren la formulación de sus proyectos y cuenten para ello con gerentes PMO, de modo que ProInversión pueda sacarlos a concurso de una forma más rápida.
APP
En cuanto a lo que le falta al Estado Peruano para facilitar la ejecución de obras de infraestructura en Asociaciones Público Privadas (APP), Carmen Deulofeu, gerente general de la Sociedad Concesionaria Metro de Lima Línea 2, sugirió que el Estado (concedente) debe prepararse mejor para su papel, pues generalmente tiene problemas para entregar terrenos y liberarlos de interferencias, entre otras carencias. Además, recomendó una mejor organización de los trámites que el concesionario deberá realizar durante la vida del proyecto, considerando que debería haber una institución que funcione como interlocutor único y que trabaje como un PMO.
En el mismo sentido, Pedro Ravelo, ejecutivo senior de CAF en Perú, indicó que se podría avanzar bastante si el Estado Peruano mejorara el gerenciamiento que tiene de los proyectos que impulsa, aplicando también un PMO. “Lo que puede costar hacerlo es muy inferior al costo de oportunidad que representa para la ciudadanía un proyecto que demora 5 o 10 años en concretarse”, agregó.