Tras la culminación de los décimos octavos Juegos Panamericanos, el Comité Organizador de Lima 2019 (Copal) fue reconocido, entre otras labores, por la celeridad con la que construyó la infraestructura deportiva.
Para la realización del evento se utilizó el mecanismo de oficinas de gestión de proyectos (PMO por sus siglas en inglés), que consiste en la contratación de asistencia técnica de un tercero de comprobada experiencia que ayude a mejorar la gestión de las inversiones.
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Así, se contrataron los servicios del Reino Unido, mediante un convenio gobierno a gobierno para que brinde sus conocimientos especializados en la organización y conducción de los juegos.
Carlos Neuhaus, presidente del Copal, afirmó a El Comercio que el éxito del marco de contratación con el Reino Unido frente al sistema de inversión pública actual obedece, en primer lugar, a la ventaja de tener un socio con vasta experiencia en gestión de eventos deportivos y ser uno de los países con mayor transparencia en el mundo.
Según el Ránking Global de Competitividad del WEF, el Reino Unido mantiene altos estándares de institucionalidad (ocupa la sétima posición en este pilar) y es uno de los países más avanzados en el desarrollo de infraestructura (mantiene el un décimo lugar en este pilar).
El funcionario sumó como otras ventajas del modelo la incorporación de procesos de contratación innovadores y transparentes apropiados a las necesidades del proyecto, que exigen un alto compromiso a los proveedores y que permiten desterrar el riesgo de corrupción.
El convenio con el país europeo exigió que se usara el modelo de contrato Engineering Contract (NEC, por sus siglas en inglés), que brinda los beneficios señalados por Neuhaus.
Un último componente del éxito, según Neuhaus, fue el capital humano de la organización. “Contamos con un equipo comprometido, honesto, versátil y capacitado para crear sus propias soluciones”, dijo.
OPORTUNIDADES
En el 2017, la organización de los juegos enfrentó una fuerte oposición del Congreso y de algunos líderes de opinión, debido a la magnitud de los daños que había dejado El Niño costero.
En este sentido, el Gobierno acordó destinar S/25.000 millones para la reconstrucción. Pese a ello, los avances en las inversiones en infraestructura fueron bajos.
En el 2017 la ejecución del presupuesto en proyectos de la reconstrucción llegó a 19%, en el 2018 a 33% y entre enero al 16 de agosto alcanzó el 25%. Contrariamente, el modelo implementado por los Panamericanos, permitió que en el 2017 se permita ejecutar el 93% del presupuesto, en el 2018 el 33% y en entre enero y el 16 de agosto el 25%.
Con ello, surge la pregunta de si es posible llevar el modelo de inversión de los Panamericanos a la reconstrucción.
“El equipo ha analizado bastante cómo aplicar este modelo a otros proyectos y en efecto creemos que hay muchas oportunidades, pero aplicándolo siempre a modo de pilotos hasta que se perfeccione”, indica Neuhaus.
Para Amalia Moreno, secretaria ejecutiva del Copal, en la reconstrucción podría aplicarse la figura del PMO que cuente con varias herramientas de gestión, acompañado de la Contraloría General de República a través del Control concurrente y del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado.
Incluso, la aplicación del PMO podría realizarse con un privado y no con un convenio gobierno a gobierno, puesto que debe usarse sobretodo en obras de interés público, por el compromiso que asume el país.
El director ejecutivo de la Reconstrucción con Cambios, Nelson Chui, afirma que el modelo de los Panamericanos es “una buena idea” para acelerar las obras de la reconstrucción, pero solo para las grandes como soluciones integrales para los ríos.
Siendo así, el modelo de los Panamericanos podría ser, según los entrevistados, una buena alternativa para mejorar la ejecución de la reconstrucción.