En once regiones del país se han registrado 340 mil hectáreas de andenes, de los cuales el 70% está en uso por pequeños productores agrícolas, informó el coordinador del programa de Andenes de Agrorural, Antonio Lambruschini.
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Aún el inventario sigue en pie, por lo que el cálculo es que se alcanzarían las 600 mil hectáreas de estas construcción que datan, en su mayoría, de la época pre-inca e inca.
De las calculadas por el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Cusco cuenta con 60 mil hectáreas y Lima con 55 mil hectáreas (yauyos, huarochiri y otras zonas de altura).
Con esta información, el programa de Agrorural elaborará un estudio de factibilidad para ser presentado antes de fin de año al Ministerio de Economía y Finanzas. El objetivo es comenzar el programa con un presupuesto inicial de US$24 millones para la rehabilitación de los andenes, la construcción adicional de infraestructura hidraúlica -de ser necesaria- y la orientación a los productores sobre los alimentos que pueden sembrar. La mayoría siembra papas y otros granos andinos en los andenes.
Lambruschini comentó que ya tienen en marcha un plan piloto en Matucana, donde se ha podido introducir el cultivo de quinua, aguaymanto y flores. “La idea que tenemos es que el productor pueda autoabastecerse con nuevos alimentos y el excedente se destine a la venta”, indico.
Por su parte, Rodolfo Beltrán, coordinador del proyecto “Adopta un Andén” de Apega, explicó que el objetivo que tienen es enlazar a los productores de estos andenes con los restaurantes y hoteles, de tal forma, que quede garantizada la compra de lo cosechado.
Sin embargo, también se promoverán alianzas entre agroexportadores y los dueños de los andenes. Por ejemplo, refirió que el grupo Rocio de Rafael Quevedo va asociarse con una comunidad campesina de Lambayeque para producir arándanos en terrazas andinas.
Sobre las ventajas de los andenes, ambos expertos resaltan que evita la pérdida de nutrientes de la tierra y puede enfrentarse mejor el cambio climático. “Las piedras que son parte de los andenes se calientan con el sol del día y en la noche mantienen cierta temperatura en los cultivos, en épocas de heladas”, señaló Lambruschini.