Los daños ocasionados por los desastres naturales en el 2018 generarán mundialmente pérdidas económicas de US$155 mil millones, llevándose 11.000 vidas consigo tras su paso, según estimados de Swiss Re.
Para la industria de seguros a escala global, los fenómenos les costarán alrededor de US$79 mil millones, haciendo del 2018 el cuarto año más caro de la historia (los huracanes Harvey, Irma y María contribuyeron con US$150 mil millones de pérdidas aseguradas).
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Llama la atención, en este contexto, que diversas autoridades estatales peruanas hayan optado este año por dejar de invertir un gran porcentaje de su presupuesto en prevención de desastres naturales, sobre todo tomando en cuenta que el Perú es el tercer país más vulnerable a los fenómenos relacionados con el cambio climático, según el Tyndall Centre for Climate Change Research.
En cifras generales, el Gobierno ha ejecutado el 60,9% del presupuesto para la categoría reducción de vulnerabilidad y atención de emergencias por desastres. El Ministerio de Vivienda, por su lado, ha ejecutado solo el 58,3% del presupuesto en este mismo rubro.
Cabe resaltar, en este sentido, que dos años después de El Niño costero, la reposición de la infraestructura tiene indicadores muy bajos de eficacia: a noviembre del 2018, solo se había ejecutado el 20% de los recursos, según cálculos de la Unidad de Análisis Económico de El Comercio.
LIMA Y REGIONESLa Municipalidad Metropolitana de Lima presenta un nivel de ejecución de 63,5% para el “uso sostenible de ecosistemas para la provisión de servicios ecosistémicos” (los cuales mitigan los impactos de desastres naturales), y un 72,3% en cuanto a “reducción de vulnerabilidad y atención de emergencias por desastres”.
Del lado de las regiones más afectadas por el fenómeno de El Niño costero, la ejecución del presupuesto para esta última categoría muestra cifras que retratan la poca preparación que existe para un eventual desastre natural. Mientras que Tumbes y Lambayeque han invertido el 67,8% y 46,9%, respectivamente, Piura solo ha ejecutado el 38,7%. Entre las tres regiones suman un aproximado de S/157 millones que falta por invertir.
Considerando que las probabilidades de que un nuevo fenómeno de El Niño golpee la costa peruana acaban de elevarse de 67% a 73%, la escasa preparación de las autoridades locales y la vulnerabilidad del territorio a desastres naturales podrían terminar en un nuevo caso de tragedia nacional.