Si vives en la mitad norte de América Latina, lo más probable es que tu economía esté marchando bien. Pero si te encuentras en la parte sur del continente, hay muchas probabilidades de que tu país esté en problemas.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Quizás como nunca antes la región está claramente dividida -o polarizada- entre un grupo de naciones pujantes con fuerte crecimiento y otro de países con contracciones significativas, según un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En su “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016”, la Cepal traza una línea muy definida en el mapa. Por un lado, América del Sur sufrirá una retracción de -2,1%. Mientras que Centroamérica y México registrarán una expansión de 3,8% y 2,3%, respectivamente.
“Hay una diferencia evidente entre Norte y Sur”, le comenta a BBC Mundo Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal. “Podría decirse que en el norte de la región lo están haciendo mejor que en el sur”.
Titelman explica que este panorama heterogéneo en América Latina se debe a que las subregiones se han visto afectadas de manera diferente por una serie de factores externos e internos. “Centroamérica, en cambio, no se ha visto perjudicada porque es una importadora neta”.
Titelman también menciona como factores determinantes la lenta expansión del comercio global y la mayor incertidumbre financiera internacional, que ha aumentado tras la decisión de Reino Unido abandonar la Unión Europea (el llamado Brexit).
Entre estas últimas variables, Titelman cita una dato preocupante que ha perjudicado a varias economías de América Latina: la inversión lleva nueve trimestres consecutivos de c a í da. “Claramente ahí tenemos un gran problema”, asegura en conversación telefónica desde Santiago, Chile.
LOS GANADORES Y LOS PERDEDORES
Claramente, la situación de los países de la región es heterogénea. Pero, según la Cepal, esa misma diversidad de circunstancias termina inclinando la balanza hacia un lado.
La fuerte contracción de Sudamérica ha arrastrado hacia abajo el promedio de crecimiento previsto este año para toda América Latina, el cual será negativo: -0,8%.Se trata de una caída bastante mayor que la observada en 2015, que fue de -0,5%.
Ahora bien: en este panorama, ¿cuáles son los grandes ganadores y perdedores en el ranking de 2016? Según el informe de la Cepal, los mayores retrocesos en América Latina se esperan en el grupo sudamericano integrado por Venezuela (-8,0%), Brasil (-3,5%), Ecuador (-2,5%) y Argentina (-1,5%).
Por el contrario, la expansión regional estará encabezada por República Dominicana (6%), Panamá (5,9%), Nicaragua y Bolivia (4,5%), y Costa Rica (4,3%).
REPÚBLICA DOMINICANA BRILLA
¿Cuál es el secreto de la “ estrella ” latinoamericana del crecimiento?
Titelman responde: “República Dominicana tiene una balanza comercial positiva. Siendo compradora de petróleo, la caída de los precios del crudo la ha beneficiado”.
“Además está recibiendo más turistas de EE.UU. gracias a la recuperación de ese país y tiene varios proyectos mineros de gran envergadura que han generado un impacto positivo”, agrega el experto.
La Cepal destaca el caso de Bolivia como una excepción dentro del panorama negativo en Sudamérica. Dice que ha logrado capear el temporal gracias a sus exportaciones de gas y a una buena capacidad de ahorro.
En cuanto a los países en problemas, para el organismo el caso de Venezuela es el más preocupante: la pronunciada retracción es consecuencia de la caída de los precios del petróleo -su principal exportación, la alta inflación y problemas de suministro en el mercado interno.
“Para 2017 esperamos una mayor dinamismo en América Latina y una recuperación de grandes economías sudamericanas que están en dificultades, como es el caso Argentina”.
No obstante, dice que está por verse si la marcada línea que hoy separa a Norte y Sur en el mapa económico regional acabará disipándose.