Con su recordada frase “No más pobres en un país rico”, Pedro Castillo llegó a ser presidente del Perú y el 28 de julio de 2022 cumplió un año en Palacio de Gobierno. ¿Pero qué tan eficiente ha sido su gestión? En esta nota, expertos brindan un balance económico de “lo bueno” y malo del mandatario.
Para Enzo Defilippi, exviceministro de Economía, “lo bueno” es que, por lo menos, la orientación general de la economía no ha cambiado.
“El presidente en su discurso se puso como logro la atracción a la inversión y la suscripción de acuerdos de libre comercio, lo cual va en contra con lo que hace por el lado político, por eso no logra convencer a los inversionistas, por la poca capacidad del Gobierno de generar confianza, pese a ello ha mantenido la orientación general del manejo económico”, refirió.
Recordó que cuando Castillo comenzó su gestión tuvo a Pedro Francke como ministro de Economía y Finanzas, quien tiene un visión bastante ideologizada de la economía y que supo controlar los momentos cuando el mandatario estaba planeando subir de manera antitécnica los impuestos.
“Eso daba temor, ya que cambiaría la orientación de la economía, pero no fue así. Ahora el ministro (Oscar Graham) está haciendo una labor de apaga incendios que, por lo menos, mantiene la situación y evita que sea peor”, dijo.
No se aprovechó el superciclo de los precios del cobre
Cuando los precios del cobre estaban por encima de los US$ 4,00, el gobierno de Pedro Castillo no supo aprovechar en atraer más inversión, así lo señaló Defilippi.
“Hubiéramos crecido mas con los precios de minerales, eso si es que la política habría sido coherente, pero se rodeó de gente muy poca capaz y el Gobierno se enmarcó por sospechas de corrupción. Con los pecios que hemos tenido debimos crecer entre 7% u 8% el PBI, pero nada”, apuntó.
Del mismo modo, Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló que para el próximo año se estima una caída en inversión minera y no tenemos más proyectos grandes en cartera.
“Para el 2023 se proyecta una caída de la inversión minera de aproximadamente 15%, precisamente porque no se tiene un proyecto que pueda sustituir a la de Quellaveco este año, cuando se pudo sacar proyectos grandes que estaban en cartera, pero nos quedamos estancados”, detalló.
Sector trabajo con más daño
El gerente general del Instituto Peruano de Economía manifestó que el sector que más se avanzó fue el de trabajo, pero con un norte equivocado y se generó daño.
“El único sector donde hubo un norte es el de Trabajo, pero su rumbo estaba equivocado y se hizo más daño. Se avanzó en Agenda 19 (por el exministro Iber Maraví), también el Anteproyecto Código de Trabajo (impulsado por la exministra Betssy Chávez), tercerizaciones, sindicalización y huelga, pero de manera incorrecta”, indicó.
Además, el experto consideró que en el sector de Energía y Minas se ha debilitado la institucionalidad por los constantes cambios en el ministerio.
Añadió que otro punto preocupante era la Asamblea Constituyente, pero ese asunto quedó ahí y espera que no tomé nuevos brillos en el futuro.
Inversión privada sin movimiento
Para este año, el Banco Central de Reserva (BCR) estima que la inversión privada tendrá un crecimiento de 0%, al igual que el 2021.
Antes de la pandemia del COVID-19, la tasa de crecimiento era de 7.4% promedio de los últimos cinco años, según el Marco Macroeconómico Multianual que publica el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
“Era un año para aprovechar los precios de los minerales y tener una inversión más alta de años anteriores, pero no pudo ser, en parte por el pobre manejo en los temas sociales, porque parecía que estaba más en el lado del conflicto que de la solución”, explicó Macera.
Sin respuestas para mitigar el impacto de inflación
Aunque algunos indicadores económicos, como la inflación, se vieron impactados sobre todo por la coyuntura internacional, Macera sostuvo que el Gobierno de Castillo no pudo hacer mucho, pero falló en la capacidad de respuesta oportuna ante el incremento de precios.
Cabe señalar que Lima Metropolitana alcanzó una inflación acumulada de 8.81% interanual, entre julio 2021 y junio 2022, siendo el nivel más alto no visto desde agosto de 1997, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
“Desde el primer momento se debió atender a las familias en condición de vulnerabilidad, quizás con transferencias directas, pero su primera reacción fue la reducción de impuesto del IGV a algunos alimentos y el ISC a los combustibles, que fueron caras y no cumplieron el objetivo. Recién se han planteado los bonos alimentarios y eso sí va por el camino correcto”, precisó.
En tanto, el exministro de Economía y Finanzas Luis Miguel Castilla manifestó que no es responsabilidad al Gobierno la alta inflación, ya que fue por un shock externo y el Banco Central de Reserva (BCR) hizo lo que pudo.
“Eso sí el Gobierno llegó de una manera tardía con los subsidios a la demanda”, subrayó.
Se enfrió la economía
Pese a que en el aspecto macroeconómico Castilla resaltó que el Gobierno de Pedro Castillo tuvo continuidad en el manejo monetario y fiscal, pero si los responsabiliza de enfriar la economía.
“Sí le adjudico la responsabilidad entera de enfriar la economía, eso es el problema central de empleo, eso les achaco por apagar los motores de crecimiento, tanto de la inversión privada y pública”, mencionó.
La inversión pública tuvo seis meses consecutivos de caída (octubre 2021 a marzo 2022). Recién en abril de este año levantó y en junio tuvo una expansión de 13%, debido al avance de ejecución de los gobiernos locales y regionales.
Desaceleración del crecimiento económico
En cuanto a la economía peruana, en los últimos meses hubo una desaceleración: marzo (3.8%), abril (3.7%) y mayo (2.3%). Para fin el cierre de este año, el Ministerio de Economía y Finanza (MEF) proyecta que el PBI será de 3.6%.
“Las cifras son optimistas, es posible alcanzar un nivel del PBI así este año, pero para el 2023 si es más complicado”, afirmó Enzo Defilippi.
¿Qué camino debe tomar el Gobierno?
Defilippi recomendó que la única manera que el Gobierno de Pedro Castillo, si perdura, es que dé un golpe de timón y se rodee de un equipo que esté en capacidad de administrar el país, no solo en el MEF, sino en todos los ministerios.
Más radical fue la posición de Luis Miguel Castilla, quien pide un adelanto de elecciones para darle un nuevo avance al Perú.
“Hasta hace poco pensaba que podía dar un giro pragmático, como se hizo con Ollanta Humala, pero con las inacciones del Gobierno, que está preocupado en resolver sus problemas judiciales, eso es difícil. Entonces no queda otra que el Ministerio Público avance con las investigaciones y el Congreso haga su trabajo, así sé dé un adelanto de elecciones”, acotó.