La naturaleza del trabajo está en constante cambio y, con el avance de la tecnología, tener mayor capital humano (es decir, personas con más habilidades, conocimiento y mejor salud) lleva a los países a ser más productivos, flexibles e innovadores. De acuerdo con el Banco Mundial (BM), cada vez hay más demanda en el mundo por trabajadores con mejor capital humano y estos tienden a recibir mejores ingresos.
En este contexto, el organismo presentó la primera edición de su Índice de Capital Humano; una medición de la calidad de los trabajadores la cual –espera el BM– debiera ser un catalizador para tomar acciones de políticas públicas.
En esta medición, resalta que el Perú está a la cola de la región en cuanto a capital humano, solamente por encima de Brasil y Paraguay, con un puntaje de 0,59, de un máximo de 1. Si fuera un examen, la nota sería aprobatoria pero raspando en una escala vigesimal.
La medición de capital humano se hizo en una escala donde 1 es el máximo valor posible, que se logra cuando una persona recibe 14 años de escolaridad de alta calidad y está en condiciones óptimas de salud (nutrición, talla y peso, mortalidad, entre otras variables).
El BM explica que una lectura de 0,59 significa que un peruano que nace hoy solo desarrollará el 59% de su potencial productivo cuando cumpla 18 años, debido a las deficiencias en salud y educación en el país. En otras palabras, alcanzará el 59% de la productividad que lograría si tuviera salud y educación óptimos.
El top 10 del mundo lo forman países con puntajes de al menos 0,8, aunque ninguno alcanza el 1. En la región lidera Chile, con 0,67 puntos (22% más que el Perú). Le siguen Argentina y México con 0,61.
Las razones por las que el Perú puntúa bajo son, fundamentalmente, dos. La primera es la baja calidad de la educación. Los pobres resultados en pruebas internacionales revelan este problema. Lo segundo es que hay un 13% de niños menores de 5 años que no alcanzan la mediana de tamaño y peso recomendados para su edad; lo que expone deficiencias en salud en la infancia temprana.
Jaime Saavedra, director superior de las Prácticas Mundiales de Educación del Banco Mundial, explicó que si bien el Perú ha mejorado mucho en desnutrición en los últimos años y también en aprendizaje, todavía tiene un camino grande por recorrer en el campo educativo.
“El índice es una herramienta para abrir un espacio de discusión. Lo estamos poniendo en el debate de las políticas de crecimiento de los países, pues es muy importante que los ministros de economía y fiananzas interioricen la inversión en capital humano”, destacó.
DETERMINANTELas implicancias sobre el crecimiento de largo plazo del país son enormes, agrega la entidad. El Perú tendría que hacer subir su puntaje en 70% para alcanzar el 1 que es el máximo en esta medición de capital humano. Si lograra eso –extrapolando los resultados del BM–, entonces el PBI por trabajador también sería 70% superior.
Este hecho –subraya el BM– debiera ser un llamado de atención hacia los hacedores de políticas públicas.
“Los países suelen invertir poco en capital humano, perdiendo oportunidades de crear un círculo virtuoso de crecimiento y reducción de la pobreza”, anota el informe.
En 1776 Adam Smith decía –en “La riqueza de las naciones”– que “obtener talentos a través de la educación, estudios y aprendizaje tiene un costo que se vuelve capital fijo y realizado en su persona. Esos talentos son parte de su fortuna y también de la sociedad a la que pertenece”. Hoy, 242 años después, la premisa sigue vigente.