¿Qué ocurre al interior de la nueva refinería de Talara, portento de más de US$6.000 millones que marca un antes y un después en la historia petrolera del país?
Lo que se conoce por ahora es que el megaproyecto se encuentra funcionando al 76% de su capacidad debido a desperfectos en su operación.
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Esto, aun cuando en meses previos tanto el Ministerio de Energía y Minas (Minem) como Petro-Perú venían asegurando a la ciudadanía que el complejo refinero se encontraba operando al 100% y sin complicaciones.
Muestra de ello, la inauguración oficial de la nueva refinería, que la presidenta Dina Boluarte amadrinó en una vistosa ceremonia desarrollada en Talara el pasado 29 de diciembre.
“Desde este momento [la nueva refinería] se pone en marcha y opera en toda su capacidad”, dijo entonces la mandataria.
Cuatro meses después, el proyecto continúa sin trabajar al 100% debido a la paralización de la unidad de flexicoking (FCK) por desperfectos originados, presumiblemente, el 8 de febrero, los cuales se habrían visto agravados por un apagón ocurrido el 1 de marzo.
“Por ello, la unidad de FCK ha ingresado a una etapa de parada de sus operaciones para realizar labores de inspección y reparación durante un período estimado de 90 días a partir del 30 de marzo”, señaló Petro-Perú en nota de prensa del 31 de abril.
Se trata de una complicación no menor dada la gran importancia de esta unidad de procesos, la única capaz de convertir los residuos pesados de petróleo en productos de mayor valor comercial, como el diésel, las gasolinas y el GLP.
“La planta de flexicoking es la que rentabiliza el proyecto y genera el famoso margen de refino de US$10. Si no está funcionando, estamos perdiendo todos”, apunta Erick García, ex director general de hidrocarburos del Minem.
De hecho, Petro-Perú ha estimado que la paralización temporal de la unidad de FCK tendrá un impacto negativo de US$90 millones en su EBITDA del primer trimestre.
No obstante, aseguró a este Diario que dichos resultados se irán revirtiendo a partir de mayo debido a la corrección de la mezcla de crudos, y, con más seguridad, a partir del segundo semestre, “por el reinicio de operaciones en la planta de FCK, estimándose un EBITDA positivo para el 2024″.
¿Cómo fue que la nueva refinería de Talara, una de las ocho más avanzadas del mundo, llegó a esta situación?
EL FLEXICOKING
Este Diario ha recibido varias versiones que sugieren que la planta de FCK nunca llegó a funcionar correctamente.
Petro-Perú sostiene, por otro lado, que los desperfectos se presentaron por primera vez el 8 de febrero, aunque no es capaz de explicar todavía cuál fue su origen.
Lo único claro que queda hasta el momento es que todos estos problemas se cocinaron en la anterior administración de la estatal y que fueron minimizados y/o ocultados por ella.
Prueba de ello es la comunicación que la empresa difundió un día después del incidente (9 de febrero) aseverando que la unidad de FCX venía manteniendo desde diciembre (de 2023) “una operación continua en línea con su diseño”.
Esto no fue óbice, sin embargo, para que los rumores sobre el mal funcionamientos de la planta se filtraran a todos los rincones del sector hidrocarburos, incluyendo al nuevo directorio de la estatal, que inició funciones a fines de febrero.
Es así que, según una fuente del sector, el directorio decidió convocar a los gerentes y funcionarios de la nueva refinería para que expliquen la real situación del proyecto.
En esa encrucijada, relata la fuente consultada, los funcionarios manifestaron que la refinería operaba con total normalidad y que no había sufrido ninguna avería.
“Y cuando los directores peguntaron por el desperfecto en la planta de FCK, los gerentes señalaron que se trataba de una pequeña falla, es decir, que siguieron mintiendo y quisieron agarrar de tontos a los nuevos directores”, agrega la fuente.
Esta vez, empero, la jugada no surtió efecto. Y es que el directorio optó por llegar al fondo del asunto, reconociendo el problema y transparentándolo lo más posible ante la opinión pública.
Producto de ello fue el comunicado de prensa del 31 de marzo, que divulgó el desperfecto en la planta de FCK y puso, asimismo, en evidencia, algunos detalles que la anterior administración de Petro-Perú había mantenido ocultos.
FALLO ELÉCTRICO
Es el caso del verdadero estatus de la planta de cogeneración eléctrica (100 MW), la cual debió mitigar el corte eléctrico del 1 de marzo, que conllevó al total desperfecto de la planta de FCK.
De hecho, Petro-Perú confirmó a este Diario que, cuando se produjo dicha falla eléctrica, el suministro de energía para la nueva refinería estaba siendo proporcionado enteramente por el sistema eléctrico interconectado nacional (SEIN) — se entendería, sin grupo electrógeno de respaldo —.
Es decir, que la planta de cogeneración eléctrica todavía no había iniciado operación comercial.
“La unidad de cogeneración se encontraba operando, pero en período de prueba a cargo del contratista (el grupo argentino Albaresi)”, precisó la estatal.
César Gutiérrez, expresidente de Petro-Perú, anota que este hecho demuestra que la planta de cogeneración eléctrica no estaba en servicio, “pese a que se había informado a mediados de diciembre que todas las unidades (de la refinería) estaban operando al 100%”.
“Es decir, que se mintió a la opinión pública. Por lo tanto, corresponderá a la Procuraduría determinar si eso constituye un delito contra la fe pública”, señala el especialista.
Por lo pronto, la estatal ha revelado que la unidad de cogeneración se encuentra operativa desde el pasado 19 de abril, tras “haber sido entregada en su totalidad a fines de marzo”.
¿Qué sigue a continuación?
EVALUACIÓN Y AUDITORÍA
Petro-Perú dijo a este Diario que la unidad de cogeneración permitirá “incrementar de manera progresiva la generación de energía eléctrica” para disminuir el suministro del SEIN hacia la refinería.
Precisó, sin embargo, que la planta “siempre estará interconectada con el SEIN como su fuente de respaldo ocasional”. Esto, para evitar nuevos cortes de suministro que impacten nuevamente en las operaciones.
Y es que el daño ocasionado a la planta de FCK no sería pequeño.
De acuerdo a César Gutiérrez los incidentes de febrero y marzo han deteriorado el aislamiento de material refractario que protege los circuitos de las altas temperaturas del proceso de refinación.
“Ahora mismo los operarios están limpiando el revestimiento dañado y viendo la manera de importar más material refractario para volverlo a colocar y retomar la operación, porque ese producto no se encuentra en el Perú”, explica el especialista.
Petro-Perú ha señalado que la planta de FCK volverá a estar operativa desde el 30 de junio, fecha a partir de la cual “se conocerán las causas de las fallas en la unidad de flexicoking”.
Para apuntalar este esfuerzo, Erick García aconseja que Petro-Perú realice una auditoría y publique los resultados para dar más confianza y credibilidad a estos.
“En esa auditoría es indispensable que participe Osinergmin como ente técnico a cargo de la supervisión y tiene el deber de transparentar todas sus acciones”, indicó.
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