En el 2018, Financiera Confianza captó 85.195 personas nuevas para su portafolio. El 75% de estas se encontraban en estado vulnerabilidad y en su mayoría eran mujeres (53%), de acuerdo con su informe “Midiendo lo que realmente importa”.
Con estas cifras, a nivel acumulado, la entidad alcanzó los 217.669 clientes de crédito, encontrándose el 70% en situación de vulnerabilidad y también abarcando una mayor proporción las mujeres (52%).
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El reporte también muestra información respecto al crecimiento de magnitudes financieras por género. Mientras los negocios liderados por mujeres registraron ventas mensuales de US$2.510, los de hombres sumaron US$2.876. En tanto, respecto a los excedentes mensuales, las féminas alcanzaron los US$536, casi 19% menos que los encabezados por los hombres.
En este sentido, Isabel García, Responsable de Análisis en Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la FMBBVA, precisó -en diálogo con El Comercio- que si bien las mujeres tiene negocios más pequeños y, por ende, ingresos menores frente a los liderados por hombres, ellas son las catalizadoras del crecimiento.
Esta conclusión se explica en que los excedentes que ellas perciben son dedicados al círculo familiar. De hecho, el informe de ONU Mujeres publicado en el 2018 señala que las féminas destinan el 90% de sus ingresos al bienestar de los suyos.
Así, al asignar ingresos para el hogar se va rompiendo los círculos de pobreza, consiguiendo que los menores de la casa puedan estudiar, tener un futuro mejor y ampliar sus posibilidades de mejorar su calidad de vida.
Dicha idea encuentra respaldo en el “Informe sobre el Desarrollo Mundial: Igualdad de Género y Desarrollo”, publicado por el Banco Mundial en el 2012.
El texto apunta que al “incrementar la proporción de los ingresos del hogar controlados por las mujeres, procedentes de lo que ganan ellas mismas o de transferencias de dinero, [se] modifica los patrones de gasto en formas que benefician a hijas e hijos”
La ejecutiva de FMBBVA agrega que, en su mayoría, los emprendedores apuntan a promover el autoempleo, como una salida económica. Sin embargo, también tienen el foco en generar trabajo para las personas de sus comunidades. Dicha característica destaca en las mujeres.
“Hemos conocido emprendedores que quieren seguir creciendo, generando más excedentes, pero también apuntando a ayudar a la gente que empezó como ellos. No quieren que nadie se quede en calle, que los niños falten al colegio y, en medida de lo posible, emplear más mujeres”, precisó en conversación con este Diario.
De acuerdo con el informe de Confianza Financiera, el 28% de los clientes pobres salen de dicha situación tras un año de relación con la entidad. A partir del segundo ejercicio se observa una mejora notoria: el 46% de clientes pobres abandona ese segmento. En tanto, en el tercer período de vínculo salen de la pobreza el 57%; y en el quinto, el 62%.
LAS CLAVES DE LA INCLUSIÓN
Para Luis Germán Linares, CEO de Financiera Confianza, una de las razones de la exclusión financiera apunta a que las bancas tradicionales se encuentran lejanas de los lugares de trabajo de algunas peruanos, lo que provoca costos sociales en el desplazamiento (abandonar su centro laboral, por ejemplo).
Asimismo, influye la ausencia de leyes que conviertan flexibles los créditos, lo que evitaría ciertos abusos financieros y el sobreendeudamiento de los usuarios.
Al respecto, Linares detalla que se necesita darle una mayor importancia a la educación financiera. Con ello se podrá tener un mejor planeamiento del futuro de las personas, realizar sus respectivas cajas de flujos y guardar provisiones para casos de emergencias.
“Con un escenario donde las personas puedan irse educando, teniendo más información de los temas, se generará más inclusión”, puntualizó.