El crecimiento de la actividad económica durante el cuarto trimestre del año sería menor a 2,5%, señaló el Scotiabank en su reporte semanal.
La menor proyección se sustenta en un crecimiento de los sectores primarios menor a lo anticipado, así como una desaceleración mayor a la esperada de los sectores no primarios vinculados a la demanda interna.
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“El resultado del PBI de octubre (2,1%) estaría más cercano a nuestra nueva proyección de alrededor de 2% para el cuarto trimestre”, apuntó el banco.
Para la entidad financiera, la evolución desfavorable de la segunda temporada de pesca de anchoveta es preocupante, pese a que el resultado de los sectores primarios en octubre (+2,5%), en línea con su estimado.
Si bien la cuota de captura de anchoveta aumentó 33% respecto al 2018, y a que hubo más días de pesca en noviembre, los desembarques bordearon las 740,000 toneladas, por debajo de las 860.000 toneladas de igual mes del 2018.
El mayor impacto del incremento de la cuota -de completarse la misma- se daría en enero del 2020 y no durante el cuarto trimestre, lo que afectaría al sector Pesca -e indirectamente a la Manufactura Primaria- durante el último trimestre del año.
Por otra parte, el Scotiabank prevé una ligera recuperación del sector Minería e Hidrocarburos como resultado del aumento de la producción de cobre y hierro -gracias a Southern Perú y Shougang Hierro Perú, respectivamente- así como a la mayor producción de petróleo -gracias a la reapertura del Lote 8 una vez superado los conflictos sociales.
De otro lado, los sectores no primarios registraron en octubre (+2,0%), su menor expansión mensual en lo que va del 2019, destacando Manufactura No Primaria (-3,7%) y Construcción (+1,1%).
En el primer caso, las mayores caídas se observaron tanto en industrias orientadas a la exportación como textiles, confecciones y joyería -afectadas por el menor dinamismo de la economía mundial derivada de la guerra comercial entre EE.UU. y China- como en industrias que producen para el mercado local como lácteos, aseo personal y limpieza, papel y cartón, entre otras -como consecuencia del menor dinamismo de la demanda interna.
En el segundo caso, la significativa desaceleración estuvo explicada por la caída de la inversión pública en infraestructura (-9,6%), que contrastó con la tendencia del consumo interno de cemento (+6,1%) -que se ha mantenido en terreno positivo a lo largo del 2019-.
Tomando en consideración la evolución de la inversión pública total de noviembre (-14,7%), es probable que este factor continúe afectando al sector en el último trimestre del año.
Con el resultado de octubre el PBI acumuló una expansión de 2,2% durante los primeros diez meses del año. Además, tomando en consideración indicadores adelantados como producción de electricidad e inversión pública a noviembre, no se vislumbra una aceleración significativa durante los dos últimos meses del año, salvo un importante -y a la vez poco probable- incremento del gasto público en términos interanuales en diciembre.
“Por estas razones consideramos más probable un crecimiento del PBI en el cuarto trimestre más cercano al 2% que al 2,5% esperado inicialmente, por lo que nuestra proyección de 2,3% para el año 2019 tiene ahora un sesgo a la baja”, puntualizó.