Las expectativas de inflación a 12 meses continuaron descendiendo, pasando de 2,18% en marzo a 2,17% en abril, aunque se encontrarían cerca de su punto de inflexión, para posteriormente estabilizarse, afirmó Scotiabank. La inflación viene rebotando por la reversión de choques de oferta, aunque a una velocidad menor a la esperada: pasó de 0,36% en marzo a 0,48% en abril.
Eso explicaría porque a pesar del impacto directo de la modificación del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) –que aportaría según el MEF y el BCR hasta 0,3 p.p. a la inflación anual- no cambiaría la trayectoria esperada de inflación en el mediano plazo, según el BCR.
“Con la información disponible a la fecha vemos muy probable que la trayectoria de la inflación retorne al rango meta en mayo, luego de dos meses de permanecer por debajo del mismo, lo que estaría en línea con lo señalado por el BCR en su comunicado, cuando menciona que espera que la trayectoria de inflación retorne al rango meta durante el segundo trimestre del 2018”, afirmó el banco.
PRIMER EFECTO
Según la entidad bancaria, el impacto directo de la modificación del ISC sería de una sola vez en los precios y dependerá de la elasticidad del precio de la demanda de cada producto afectado (cigarros, bebidas, vehículos) y se observará entre los meses de mayo y junio, de acuerdo con el ente emisor.
“Solo en el caso de combustibles, consideramos que podría haber efectos de segunda vuelta, pues estos podrían afectar el costo de los fletes (principalmente por el alza del diesel)”, se informa en el reporte semanal del banco.
Por otro lado, el BCR se mostró más optimista sobre la actividad económica, al señalar que observa signos claros de mayor dinamismo y recuperación del consumo e inversión.
Las expectativas empresariales mejoraron en abril, manteniéndose en el tramo optimista y dejando atrás la incertidumbre política. “Un probable deterioro de las mismas en mayo se deduce por las reacciones de los gremios empresariales a las modificaciones del ISC”, indica el banco.
Asimismo, la estabilidad de las expectativas inflacionarias y una visión más optimista sobre la recuperación económica reducen las posibilidades de un nuevo recorte de la tasa de interés de referencia, al menos en el corto plazo.
Esta percepción se refuerza con el mantenimiento de la tasa de interés de referencia en mayo, en 2,75%, en línea con lo esperado por el mercado y por segundo mes consecutivo, contrastando con el ritmo de reducción de tasas iniciado en mayo del 2017, que había sido consistente en bajar un mes y pausar el siguiente. Esto sugeriría que el ciclo de reducción de tasas se está agotando.
En su comunicado, el ente emisor utilizó un nuevo tenor al señalar que “considera apropiado mantener la posición expansiva de la política monetaria hasta que se asegure que dicha convergencia se dé en un entorno de expectativas de inflación ancladas”.
“Interpretamos este tenor como una posición más neutral respecto del pasado, siendo una señal de estabilidad futura de la tasa. La tasa de interés real, que refleja la posición de la política monetaria, se mantuvo en 0,6%, por debajo del nivel neutral de 1,7%, indicando posición expansiva”, informa Scotiabank.
La entidad concluye que las presiones hacia el alza provendrían del aumento de los precios de los combustibles, del aumento del precio del balón de gas, y del impacto del reciente aumento del ISC.
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