De no abrirse la segunda temporada de pesca, el presidente del Frente Nacional de Pesca, Roberto Vieira, estima que las pérdidas para el sector alcanzarán los US$1.200 millones, lo que a su vez generará la quiebra de medianas y pequeñas empresas pesqueras.
Según el último reporte de Imarpe, la biomasa de anchoveta alcanzó mínimos históricos de 1,4 millones de toneladas que haría imposible abrir la segunda temporada de pesca, la misma que suele arrancar a inicios de noviembre y culminar en enero. Sin embargo, el Ministerio de la Producción determinó que el Imarpe realice una nueva investigación para confirmar esos volúmenes de anchoveta y así tomar una decisión final.
Al respecto Vieira considera poco probable que una nueva investigación determine una mayor biomasa, al menos la necesaria para hacer una pesca sostenible. “Así se determine que hay un 100% más de anchoveta que el informe anterior, va a ser imposible que se abra la temporada de pesca. Por lo menos tiene que haber en el mar 6 o 7 millones de toneladas de anchovetas, para que el recurso no se vea afectado”, explicó.
También mencionó que la recuperación de la anchoveta será lenta, si se considera que es muy probable que el fenómeno de El Niño caliente nuevamente el mar en los siguientes meses, como se viene proyectando en los círculos de investigación.
Tomando en cuenta lo capturado en la segunda temporada que arrancó el año pasado, dijo que el sector dejará de percibir ingresos por la captura de 2,4 millones de toneladas de anchoveta. “Este es un escenario bien complicado, porque estamos hablando de 300 mil peruanos que dependen de esta actividad”, señaló.
A su entender un paliativo para evitar esta caída de la actividad es que el Produce abra la pesca en el sur del país, de donde se pueden capturar en los siguientes meses unas 400 mil toneladas. Para ello, dijo que se debe regresar al modelo anterior de ventanas de penetración para que las naves puedan ingresar en donde se encuentra el recurso.