Octubre empieza con potentes erupciones solares y probables auroras. El jueves 3 se registró la llamarada solar más poderosa de este ciclo, una erupción colosal de clase X, que podría generar un espectáculo de colores brillantes en el cielo.
El Solar Dynamics Observatory (SDO) de la NASA informó que nuestra estrella emitió la llamarada solar a las 8:18 AM ET. Asimismo, se informó que fue clasificada como X9, siendo incluso superior a la registrada en mayo pasado cuando alcanzó X8.7.
El Sol desató una potente llamarada solar X9.0, la más intensa en más de 7 años. (Foto: NASA/SDO)
La llamarada solar X9 emitida es la más grande de acuerdo con la clasificación de la NASA. La más pequeña es la B, seguida de la C, la M hasta llegar a la X. La escala va del 1 al 9, por lo que la X9 es la más potente el sistema de la agencia espacial estadounidense.
La potente llamarada solar del 3 de octubre tuvo su origen en el grupo de manchas solares AR3842, el mismo que dos días antes, el martes 1 de octubre, desencadenó otra potente fulguración de magnitud X7.1.
El campo magnético de la Tierra protegiendo al planeta de las llamaradas solares. (Foto: Alones Creative/iStock)
¿Qué es una llamarada solar?
Las llamaradas o erupciones solares son emisiones localizadas e intensas de radiación electromagnética en la atmósfera Sol. Suelen ir acompañadas de eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés). La ocurrencia de estas fulguraciones varía con el ciclo solar de 11 años.
Tormenta geomagnética golpeará la Tierra
Las recientes llamaradas solares se harán sentir en la Tierra. El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, ha “emitido una alerta de tormenta geomagnética G3 (Fuerte) que va desde el viernes 4 hasta el domingo 6 de octubre debido a un par de eyecciones de masa coronal”.
Boletín de efectos de llamarada solar. (Foto: NOAA)
¿Qué efectos podrá tener en la Tierra?
El organismo adscrito a la NOAA explicó en su boletín informó que de ocurrir un tormenta fuerte podrían ocurrir algunos efectos menores y limitados en algunas infraestructuras tecnológicas. Asimismo, podrían presentarse auroras.
Una aurora austral en Punta Arenas, Chile, el 10 de mayo pasado durante la tormenta geomagnética provocada por la llamarada solar X8.7. (Foto: CLAUDIO MONGE / AFP)
