En octubre del 2010, el Perú registró un récord de cien contratos de hidrocarburos suscritos. Hoy quedan solamente 74 contratos vigentes, pero lo más grave es que casi la mitad de ellos (34) se encuentran suspendidos por “fuerza mayor”; es decir, las empresas petroleras han desistido de realizar exploración y pueden verse obligadas a abandonar sus lotes.
Víctor Sanz, profesor de Geología de la UNI y ex gerente de contratos de Petro-Perú, advierte que esta situación puede empeorar debido a que las medidas adoptadas por le Gobierno para acelerar los permisos ambientales no están dando resultados y a que Perú-Petro ha abandonado su rol fiscalizador.
“Actualmente, casi el cincuenta por ciento de las empresas con contratos vigentes se encuentran paralizadas por fuerza mayor. Para estos casos la labor de Perú-Petro es casi nula. El silencio es su política común. No se ha presentado la oportunidad de que exponga públicamente su estrategia”, señaló.
DE NUNCA ACABARUn ejemplo ilustrativo del vía crucis que experimentan las empresas petroleras es el caso de la china Sapet, que demoró tres años en conseguir la aprobación del estudio de impacto ambiental (EIA) para realizar perforaciones en el lote VI-VII, en Talara.
La petrolera no pudo perforar un solo pozo desde el 2010, y, ahora que tiene licencia para ello, debe resolver el problema de la extensión de su contrato, el cual se vence en el 2015.
Esto se debe a que Perú-Petro no ha finiquitado aún el tema de la extensión de los contratos de los lotes petroleros del noroeste: II, III, IV y VI-VII. “Hace unos meses, Perú-Petro decidió extender por diez años los contratos de Talara que estaban por caducar, pero a la fecha no se sabe nada del futuro de estos lotes, lo que ha originado que las empresas reduzcan su producción significativamente”, dijo Sanz.
Situación parecida se presenta en la selva, donde la indefinición sobre el futuro del lote 1-AB (cuyo contrato vence en el 2015) ha ocasionado que su producción caiga de 55.000 a 16.000 barriles por día.
MÁS DATOSCinco empresas petroleras exploraban en Puno, pero nunca pudieron realizar la exploración. La producción de petróleo se redujo de 69,6 mil a 62,4 mil barriles diarios entre el 2012 y el 2013.
Por lo menos, seis petroleras se han retirado de San Martín debido a que no pudieron explorar.